Después de varios años con temporadas tardías, cortas e, incluso, con parones, las estaciones invernales de la provincia de León han visto un haz de esperanza en la nevada caída en la tarde y la noche de este martes en las cumbres leonesas.
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Las pistas de Leitariegos y San Isidro han visto como sus pistas se han teñido en las últimas horas de blanco y, aunque a todas luces parece que la nieve caída es insuficiente, sí que es un elemento para la esperanza.
La pasada temporada comenzó en enero y, tras un parón de más de un mes por la falta de nieve, las pistas volvieron a abrir a finales de febrero en una campaña catastrófica en ambas estaciones de esquí.
Esta nieve de noviembre, sin embargo, permite pensar, tanto en el valle de Laciana como en Puebla de Lillo, con una temporada que empiece «a tiempo» para recibir a los miles de esquiadores que, cada semana, acuden a ambas estaciones invernales.
Las primeras previsiones hablan de que ambas estaciones de esquí podrían abrir a finales de este mes de noviembre y, sin duda, esta pequeña nevada de mediados de mes pueden facilitar que esa intención pueda llevarse a cabo.
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