Imagen de la torre de la Iglesia de la localidad de Escobar de Campos.

La iglesia de Escobar de Campos, una amenaza para los vecinos

La torre del campanario está resquebrajada lo que supone un riesgo para los paisanos del pueblo que han trasladado la celebración de la eucaristía a la ermita

Lunes, 23 de octubre 2023, 08:14

Escobar de Campos es el municipio más pequeño de la provincia de León, rayando su frontera con la provincia de Palencia. Con un total de 31 habitantes, sus vecinos llevan un lustro exigiendo a la Diócesis de León que restaure, desmonte o realice alguna acción ... con la torre de la iglesia parroquial de San Clemente a la que parte dos grandes aberturas recorriendo dos partes sustanciales de la edificación y que pone en riesgo tanto el inmueble como a los que circulan por la calle. «Somos cuatro en el pueblo, pero el día que se caiga habrá alguien debajo», se lamenta su alcalde, Francisco Javier Vega.

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Asegura el munícipe que se han dirigido en varias ocasiones al Obispado de León para que pongan fin a este peligro, «nos dicen que en breve, en breve…pero aquí nadie hace nada», denuncia mientras asegura que sí han acudido operarios y arquitectos «pero después no pasa nada». Una valla protectora alrededor de la iglesia es el único amparo con el que cuentan los vecinos.

Un peligro para los vecinos

La torre presenta más de una grieta aunque dos cruzan como una brecha longitudinal la estructura donde las campanas apenas tienen lugar donde sujetarse, estando cada vez más desancladas. La situación del campanario también pone en peligro al resto de la edificación cuyo coro también está en situación ruinosa y las paredes presentan aberturas y separaciones de los muros.

Esta situación ha llevado a los escasos vecinos, cuando tienen misa, a celebrarla en la ermita del pueblo. Un ejemplo de la situación en la que está inmersa el medio rural leonés, con pocos vecinos y construcciones ruinosas de las que nadie se hace cargo a pesar de ser verdaderas maravillas.

La iglesia de Escobar de Campos, datada a comienzos del siglo XVI, cuenta con seis tablas en su retablo obra del Maestro de los Santos Juanes, seguidor del estilo de Juan de Flandes y del Maestro de Astorga pero con influencias de Juan de Borgoña y de Rafael, solo una de las pruebas del tesoro que esconde este inmueble ruinoso.

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La torre que presenta tan mal estado en la actualidad es de construcción posterior, de época del Renacimiento aunque el resto de la iglesia presenta elementos arquitectónicos dignos de conservar, tal y como señalan los expertos. Entre otros, la armadura octogonal de la capilla posterior de estilo mudéjar que se perderá si nadie pone solución antes.

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