El Hispano-Bretón reina en Babia

La localidad leonesa de San Emiliano se convierte un año más en la capital babiana del Hispano-Bretón. Un día de fiesta en el que la localidad acoge a centenares de curiosos y amantes de estos animales.

En su XXVIII edición de este concurso y exposición San Emiliano ha batido un récord de ejemplares asistentes con alrededor de los 300 caballos de diferentes ganaderías.

Desde la organización se muestran muy satisfechos con el desarrollo de este edición y aseguran que «se ha sobrepasado el récord de visitas» con cerca de 3.000 asistentes.

Una feria que comenzó en 1964, a pesar de que con este formato se contabilizan 28 ediciones, y que busca hacerse un hueco en la provincia bajo la denominación de Feria de Interés Turístico Provincial. «Empezamos esta lucha después de los resultados del concurso de este año y del trabajo de ganaderos», asegura Tino Rodríguez, alcalde de San Emiliano.

Las bases para solicitar esta denominación fueron publicadas el pasado 8 de agosto y la Feria del Hispano-Bretón de San Emiliano las cumple a la perfección.

El concurso se ha celebrado desde primera hora de la mañana, cuando los jueces han ido revisando uno a uno a los ejemplares de Hispano-Bretón. Los caballos provenían en su mayoría de ganaderías babianas, pero también hubo ejemplares llegados de otras zonas de la provincia, como Picos de Europa o El Órbigo y también de otras comunidades, como el Pais Vasco.

Un duro trabajo para los jueces que durante toda la mañana han visto los mejores ejemplares de esta raza. Diferentes premios según la edad, el géneros, el mejor semental o el mejor ejemplar, así hasta trece categorías en las que cualquier detalle era observado y anotado.

Cientos de visitantes a lo largo de la jornada se dieron cita en la exposición del Hispano-Bretón que un año más se organiza en la localidad de San Emiliano y que también contó con diferentes expositores, artesanía y puestos de alimentación.

Con esta feria, la comarca de Babia rinde homenaje a la costumbre de criar caballos, actividad muy arraigada en la comarca.

La presencia de caballos hispano-bretones apenas se remonta al siglo pasado cuando en las primeras décadas llegaron a España algunos sementales de la raza bretona.

Cruzados con yeguas locales, encontraron en los valles cantábricos inmejorables condiciones para su cría.

Así se seleccionó la raza hispano-bretona, que no fue reconocida hasta 1998, cuando se establecieron sus características.

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