Guerra del agua en León: los regantes amenazan con no pagar el canon si no se frena el trasvase

Morán declaró el pasado martes que «no es legal retener agua por conveniencia propia para usos económico» y mantiene el compromiso de España de desembalsar 870 hectómetros cúbicos al otro lado de la frontera, de los cuales 400 corresponderían a la Confederación Hidrográfico del Duero (CHD) y saldrían desde el embalse de Almendra (Zamora), que actualmente cuenta con cerca de 750 hectómetros cúbicos de agua embalsada. Lo que no queda claro, según declara Asaja y los presidentes de los canales afectados en León (Páramo Bajo, Margen Izquierda del Porma y Los Payuelos), es si esa cantidad saldrá enteramente de las reservas hídricas del pantano zamorano o, por el contrario, será una aportación mancomunada de agua que arribe a dicho embalse proveniente de las reservas de los leoneses Porma, Riaño y algunos salmantinos.

Las declaraciones del secretario de Estado de Medioambiente han sido la gota que ha colmado el vaso de la paciencia de los regantes leoneses, que anuncian acciones de «fuerza» por lo que consideran «una absoluta falta de respeto». El presidente de la comunidad de regantes del Páramo Bajo, Hermino Medina -portavoz 'in péctore' de los regantes de la provincia-, se ha mostrado muy crítico con la postura de Hugo Morán: «Es una rata que tiene que salir del ministerio. No quiere el regadío, dice que la culpa de la falta de agua es nuestra».

En esta misma línea, y visiblemente alterado, el Medina reta al secretario de Estado a «salir del despacho» y «y comprobar en persona si es verdad que estamos utilizando el agua en los regadíos». «Sus declaraciones son propias de un sinvergüenza», abundó el presidente del Páramo Bajo.

El malestar de los productores de cultivos de regadío en la provincia es tal, que rechazan acudir a la reunión con el Ministerio de Transición Ecológica en Madrid prometida por el subdelegado del Gobierno en León, Faustino Sánchez. Un compromiso que los regantes arrancaron a Sánchez al finalizar la manifestación del pasado lunes y que venía acompañado de detener el desembalse hacia Portugal. Medida que ha quedado anulada ahora tras las palabras del responsable de Medio Ambiente.

«Continúan mandando 12 hectómetros cúbicos desde el pantano de Riaño para Portugal. No les da vergüenza que, en la peor sequía de los últimos 40 años, el agua ahorrada por los regantes -que nos pertenece por el cupo que nos dio CHD- vaya a Portugal. Esta decisión solo puede venir de una persona dictadora y mala como es Hugo Morán», asevera Medina.

Hartos de esta situación, los regantes de León no confieren validez alguna al compromiso internacional de la Albufeira firmado entre España y Portugal en 1998. No al menos en periodos de sequía extrema como la que aqueja a las tierras leonesas actualmente y «con la campaña del próximo curso en peligro si dejan los embalses por debajo del 20% como quieren hacer», abunda el presidente del Páramo Bajo.

La opción de llevar a cabo acciones de «fuerza» como acudir físicamente a los pantanos y «bajar la compuerta» de forma unilateral siempre ha estado encima de la mesa. Si bien es cierto que parecía una medida de presión más por parte de los regantes, más cercana a la retórica que a una intención clara y organizada. Sin embargo, la situación comienza a enquistarse y los agricultores no aceptarán más «paños calientes» por parte del Gobierno.

Medina anuncia que todas las comunidades de regantes de León se van a unir para «dejar de pagar el cano y la tarifa» que les corresponde por el uso anual del agua en sus cultivos. Un dinero necesario para el mantenimiento de los canales y que viene determinada por el número de hectáreas regadas.

No será la única medida de «presión» con la que los agricultores leoneses esperan torcer la voluntad del Ejecutivo y la opción de ejercer acciones en los embalses «no está descartada», anuncia Herminio Medina. No obstante, en esta ocasión el portavoz oficioso de los regantes declara que serán movilizaciones «no anunciadas» para que «no nos pongan allí a la policía cuando lleguemos». «Lo vamos a hacer sin permiso y sin nada; no vamos a parar», concluye Medina.