El Gobierno calcula que los trenes llegarán a los 250 kilómetros por hora dentro de la Variante

La previsión oficial es que la infraestructura se estrene con las unidades que ya prestan el servicio Alvia (S-130 y S-730) e incorporar cuando Talgo haga entrega de los modelos Avril de ancho variable. La homologación que están siguiendo les permitirá desarrollar hasta 330 kilómetros por hora, frente a los 250 autorizados a los S-130 y S-730.

Son prestaciones que solo podrá desarrollar, parcialmente, en la parte troncal de la línea. El tramo Madrid-Valladolid se diseñó para circulaciones de 350 kilómetros por hora, pero solo autoriza a llegar a 300. Otro tanto ocurre con Valladolid-Palencia-León que tiene además la limitación de que parte es en vía única.

Hasta aquí la línea de alta velocidad en servicio desde 2015. Las paradojas llegan con León-La Robla, 20,1 kilómetros rectos y de poca pendiente, cuya modernización sufre un retraso fuera de escala. La promesa inicial era tenerlo adaptado a la alta velocidad en 2019, ofreciendo doble vía de ancho mixto (también llamado 'triple hilo'). Errores de proyecto y contratación desembocaron en que la actuación ejecutada no termine esa misión, y se haya tenido que redactar un nuevo proyecto para culminar la tarea, encargo aún por licitar.

La realidad es que León-La Robla seguirá teniendo consideración de tramo de la red convencional unos años más, y los trenes circularán en ancho ibérico. A efectos de velocidad, la penalización es reducida. El proyecto seguido lo que implicaba era que las velocidades máximas del tramo, ahora en 160 kilómetros por hora, se pudieran extender a más partes del mismo. Tal y como informó EL COMERCIO en enero, lo que sí acarreará es que la variante abra con prestaciones limitadas los primeros años.

El nuevo acceso ferroviario a Asturias se ejecutó con vías de ancho mixto en el lado este, e ibérico en el oeste. Pese a ello, el retraso de León-La Robla impide aprovechar parte de la instalación y los trenes solo podrán circular en ancho ibérico. Se da además la anomalía de que la variante, esto es, La Robla-Pola de Lena, se estrene como segmento de alta velocidad, pero desconectado del resto de la línea que tiene esa consideración. Será una 'isla' de alta velocidad donde los trenes podrán alcanzar máximas de 250 kilómetros por hora, según la última información del ministerio.

A partir de ahí el tren que llegue a Asturias se encontrará 62 kilómetros de red convencional hasta Gijón que le exigen unos 58 minutos por un trazado del que el ministerio carece de planes de cambio a corto plazo.

Es decir, durante años la línea será convencional de Gijón a Lena (62 kilómetros), alta velocidad hasta La Robla en ancho ibérico (49,7), otra vez convencional hasta León (20,1) y desde ahí ya tendrá la continuidad de alta velocidad.