El futuro de Leitariegos más allá de la nieve: pistas sintéticas o un tobogán 'magic gliss'

La dinámica de los últimos años se refleja en los días de apertura de las pistas. En Valle Laciana-Leitariegos las pistas de la zona baja solo abrieron 13 días en las zonas innivadas artificialmente la temporada 2019-2020, y menos de 50 días de media en las últimas cinco temporadas. Y el futuro no se presenta muy alentador, con temperaturas que según lo previsto seguirán aumentando y exigencias por parte de Europa que obligan a limitar y reducir el gasto energético en este tipo de servicios.

Pero lejos de tirar la toalla, el futuro de la comarca de Laciana pasa por encontrar soluciones que permitan dar una segunda vida a estas estaciones de esquí más allá de la nieve. Con ese objetivo y desde hace un año la dirección de la estación con Andrés Fernández al frente y de la mano del Ayuntamiento de Villablino elaboraron un documento en el que analizan la situación actual de la instalación y proponen una serie de ideas para convertirla en un auténtico recurso turístico y dinamizador de la zona no solo en invierno y sin depender en exclusiva del manto blanco.

El objetivo último, explica el documento que se estudia ya en la Diputación de León, es «proponer acciones que se traduzcan en un aumento sensible de visitantes, ampliando la oferta al público no esquiador y dinamizar social y económicamente la comarca de Laciana y el pueblo del Puerto, perteneciente al municipio de Cangas del Narcea».

Las acciones recogidas se basan en tres principios: potenciar la práctica del esquí convencional en la zona media-alta de la estación; dotar a la zona baja de instalaciones que no dependan de las precipitaciones de nieve y que puedan abrir todo el año; y limitar el uso de la innivición artificial exclusivamente a zonas donde es imprescindible para reducir el gasto energético.

El documento detalla hasta ocho propuestas para dar una nueva vida a la estación de Leitariegos y que la convertiría en un punto único en el noroeste de la península.

Entre ellas, destaca en primer lugar la puesta en marcha de dos pistas de esquí sintéticas. La dirección de la estación propone dotar de superficie tipo 'neverplast' a una pista de debutantes y una pista azul de gran longitud que garantizaría la apertura de la pista todo el año. Los esquiadores se deslizarían por esta superficie sintética que contaría con una vida útil de 20 años y sería la primera en el noroeste de España. El coste de ambas rondaría el millón de euros.

Otro de los principales atractivos que podrían revitalizar la instalación sería la puesta en marcha de un tobogán tipo 'Magic Gliss'. Esta atracción sería sin duda una de las más populares, y ya funciona con éxito en estaciones como Grandvalira, que inauguró su tobogán la pasada temporada con una previsión de afluencia de 25.000 personas al año y solo en cuatro meses superó las 15.000. El coste aproximado de esta instalación también ronda el millón de euros.

En la línea de convertir Leitariegos en un espacio recreativo para familias, se propone instalar en la base de la estación una rampa de saltos con superficie sintética y recepción en colchón de aire. Podría utilizarse con esquís o bicis e incluir para todos los públicos colchonetas 'donut'. El coste rondaría los 50.000 euros. Todo este plan podría completarse con otras actividades como 'tubbing', instalación de castillos hinchables en verano o descenso con bicicletas.

En el plano puramente del esquí, se busca apostar por la zona alta de la estación donde se podría conservar la nieve natural y emplear solo en esa parte de La Ferradura la producción de nieve artificial. También se requiere ampliar la zona de restauración del albergue para acoger más visitantes. En cuanto a la financiación, proponen apostar por los fondos para la transición energética, los fondos europeos así como reorientar la inversión del proyecto de sustitución del telesilla La Laguna paralizando este cambio.

Mario Rivas, alcalde de Villablino, ve en este documento uno de los principales retos pero sobre todo oportunidades para la comarca de Laciana. Porque frente a la despoblación y a un turismo, el de esquí, cada vez menos boyante por la falta de nieve, este tipo de propuestas podría ser «un revulsivo para la zona más allá de la estacionalidad, más allá de la nieve».

El objetivo es trabajar de la mano de la Diputación, con quien se han retomado conversaciones tras la entrada del nuevo equipo de Gobierno, para que se pueda «avanzar en la modernización de la estación» aprovechando la infraestructura ya exisitente y haciendo una inversión algo superior a los dos millones de euros para sacar los proyectos adelante.

Ideas que se podrían aplicar también a la estación de San Isidro, que sigue mirando a la unión con la asturiana Fuentes de Invierno para tomar impulso. En esta zona también se trabaja en planes a medio y largo plazo para revitalizar la estación.

Porque, aunque la nieve «siempre es un revulsivo y su llegada es una de las mejores noticias», toca prepararse para un futuro, que ya es presente, en el que ver más allá del manto blanco.