Un vídeo muestra una fiesta sin controles en un bar de Cistierna, que se prepara para un cribado masivo

Ahora todos los asistentes se encuentran en cuarentena, después de que a la fiesta acudiera una persona positiva por coronavirus, según han reconocido los afectados. En paralelo a estas imágenes se produce el hecho de que Atención Primaria de León ha decidido someter a toda la población de la zona a un cribado masivo este miércoles, para acotar el estado de una epidemia que ahora mismo parece fuera de control en esta zona básica de salud.

Unos test masivos derivados de una incidencia acumulada a 14 días de 800 casos por cada 10.000 habitantes, 600 si se toma a 7 días, que llegan a la par que salen a la luz estas imágenes y se alerta del hecho de que hay una creciente ola de llegadas al pueblo derivada de las vacaciones invernales y que ha provocado el descontrol. Así lo asegura el propietario del local a leonoticias, quien indica que «hay mucha gente que ha vuelto al pueblo durante las fiestas y eso lleva a reencuentros», ha indicado a este medio. «Nosotros solemos tener una imagen bien distinta, las imágenes son de momentos concretos en los que se perdió el control».

En la imagen se puede observar cómo diversas personas celebran en dos ocasiones diferentes en un conocido local de la localidad, donde las medidas de seguridad sanitaria brillan en ocasione por su ausencia. El propietario del local ha asegurado que se trata de imágenes fuera de contexto, pues «habitualmente se cumplen todas las medidas».

Unos comportamientos que se han captado en este vídeo y sirven de ejemplo de lo que no se debe realizar para no empeorar situación epidemiológica que atraviesa Cistierna. El hostelero responsable del local se señala como el primer interesado de que estas imágenes sean una mala excepción: «Yo tengo problemas de corazón. Soy el primero que se preocupa de no pillar nada. Pero además,m si yo doy positivo, lo primero que hacen es cerrarme el local», relata a este medio. «El problema es que las imágenes son en el comedor, que ahora como no damos comidas, lo hemos adaptado. Es una zona que está en la segunda planta, entonces es más difícil controlar».