Sin fibra, sin cobertura y de solución una parabólica para Villargusán: «Es tercermundista»

Estar en Babia. Un destino idílico, un lugar que enamora a todo el que tiene la suerte de poder conocer sus pueblos y parajes, un territorio en el que perderse... pero con cuidado de no quedarse sin cobertura.

Porque entre las montañas, ríos y lagos que conforman una de las comarcas más hermosas de León, se siguen dando problemas que en pleno siglo XXI deberían ser ya cosa del pasado. Es lo que ocurre en pueblos como Villargusán, una de las 14 localidades que conforman el municipio de San Emiliano y donde en 2024 todavía es imposible contar con servicios básicos de conectividad que permitan hacer gestiones básicas como teletrabajar o realizar un simple bizum.

Aunque la fibra va llegando poco a poco al municipio -de hecho, varias localidades como San Emiliano, Pinos o Candemuela ya la tienen en las casas y otras como Torrebarrio y La Mujúa la están instalando- todavía quedan puntos como el pequeño pueblo de Villargusán que siguen aislados.

Se prevé que de cara a 2025 se acometa alguna actuación que permita hacer llegar la fibra óptica al pequeño pueblo que cuenta con 20 vecinos empadronados y cuya población en verano crece de forma exponencial. Lo cierto es que, de momento y como denuncia su pedáneo, Pedro Álvarez, Villargusán «sigue sin fibra y no la ponen».

«Es algo increíble a estas alturas, me parece tercermundista», denuncia el vecino, que suma a la falta de fibra los problemas de cobertura móvil que obliga a tener en las casas tanto televisión como teléfono por satélite. «Cuando pides que te instalen algo te dicen que hay que poner una parabólica, en un pueblo donde nieva. Ya me dirás si se cubre de nieve para qué sirve. Es de película», lamenta el pedáneo.

La falta de este servicio básico en plena globalización lastra las oportunidades de asentar población en una localidad que conforma la llamada España Vaciada y donde no se está actuando para revertir los problemas.

Pedro pone de ejemplo a sus hijos, jóvenes que teletrabajan y que, de poder hacerlo en el pueblo, no dudarían en pasar largas temporadas en Babia. También sería importante para el resto de vecinos de la localidad, entre los que se encuentran jóvenes con empresas, ganaderos o una joven pareja de 25 y 29 años que va a vivir en Villargusán y para los que la posibilidad de realizar gestiones desde casa sería un impulso y una ayuda clave para su proyecto de vida.

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