El ocaso del tren en Sahagún: la estación pasa de facturar 600.000 euros en 2014 a cerrar ventanillas

Ese 'nada' que pronuncia con pena Amador es literal. Con el nuevo año, la venta presencial pasó a mejor vida en esta estación leonesa como ocurrió en Astorga, Boñar, La Vecilla, Cistierna y San Feliz. La promesa de la venta por máquina paliaría la ausencia, pero la gestión de esta transición tuvo los días contados.

El Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana anunciaba este miércoles que se seguirán vendiendo presencialmente billetes de tren en las estaciones en las que se había dejado de prestar este servicio el pasado 31 de diciembre cuando pasó a depender de Renfe en lugar de ser responsabilidad de Adif. Pero hasta la fecha, nada.

«La autoventa no es suficiente porque en Matallana, la localidad con más población, solo admite tarjetas 'contactless' y pago desde la app», señala Amador Hernández. Hay casos, como el propio de Matallana o en Astorga, donde el personal se centra no en vender billetes, sino en ayudar a que los viajeros lo compren en la máquina, según el portavoz.

«Estamos haciendo el ridículo y seguimos en la misma dirección», comenta Amador, que avanza que en el caso de Feve, «que podría ser una herramienta para evitar tanta emigración», ve como «el servicio va recortándose poco a poco sin freno». En el horizonte está la liberalización del sector.