La estabilidad del muro izquierdo retrasa la rehabilitación de la iglesia de Villagallegos

Eran las 12:30 de la mañana de un sábado 4 de agosto cuando un fuerte estruendo y una gran capa de polvo alertaban a los vecinos de Villagallegos, una localidad perteneciente al municipio de Valdevimbre.

Parte de la nave central de su iglesia se venía abajo ocasionando graves daños materiales dentro del templo y en su estructura. Desde entonces, la iglesia se encuentra cerrada y vallada por seguridad a la espera de que comiencen los trabajos de rehabilitación.

Desde el derrumbe la Diócesis de León, propietaria del templo, se mostró predispuesta a su arreglo pero no ha sido hasta ahora con la redacción del proyecto casi acabada cuándo los vecinos del municipio comienzan a creer en esas primeras intenciones.

«Esto de momento está un poco parado pero sigue en marcha. Están trabajando en el proyecto definitivo para arreglar el tejado de la nave entera y una de las paredes, que al principio no parecía afectada pero en las diferentes visitas que hizo la arquitecta de la Diócesis se vio esta nueva situación», asegura Silvia López, presidenta de la Junta Vecinal de Villagallegos.

Susana Embid, arquitecta diocesana, se encuentra actualmente redactando el proyecto definitivo de la rehabilitación del templo con la previsión de acabarlo antes de que finalice el año para poder entregarlo a un contratista, lo presupueste y comiencen las obras «lo antes posible».

Con una estimación inicial del coste de entre 90.000 y 100.000 euros para el arreglo, con el paso del tiempo se han visto nuevos desperfectos que han obligado a retrasar la finalización de la redacción del proyecto y por consiguiente, del inicio de las obras: «Se va a rehabilitar completamente la cubierta de la nave central de la iglesia pero ahora también nos planteamos reconstruir el muro sobre el que estaba apoyada la cubierta izquierda porque también se ha vencido» afirma Embid.

La estabilidad de este muro, asegura, no era la más adecuada para apoyar una nueva cubierta encima y por ello tuvieron que modificar el proyecto inicial, lo que provocó este retraso: «Nosotros prevemos que con la rehabilitación integral de la cubiertra y el muro que la sustenta sea suficiente pero son obras de rehabilitación y siempre puede haber sorpresas, por eso prefiero no hacer una estimación de a cuánto puede ascender el coste total de la obra» comenta la arquitecta.

La intención de la Diócesis es acabar antes de final de año la redacción del proyecto definitivo y entregarlo a un contratista «de la zona» que les ofrezca el presupuesto más razonable, para comenzar las obras «cuanto antes».

Desde que se produjo el derrumbe el 3 de agosto, las antiguas escuelas de Villagallegos se han convertido en el lugar donde oficiar las misas a propuesta de la Junta Vecinal y con la aprobación del párroco, a la espera de poder volver al templo en cuanto esté rehabilitado: «el cura le dijo a las señoras que esperaba estrenarla en San Pelayo y espero que sea así», afirma confiada Silvia López, presidenta de la Junta Vecinal.

Ahora, con la mirada puesta en 2025, Obispado y los vecinos de Villagallegos están cada vez más cerca de ver finalizada la reconstrucción de una de las piezas clave de su patrimonio.

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