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Como no podía ser de otra manera, el alcalde vivía con «mucha tristeza» una jornada histórica para La Robla. El derribo de las dos torres de refrigeración de la térmica marcaba el inicio del punto y final de una potente industria en la comarca.
« ... Esto pone de manifiesto algo que ya sabíamos, que la central y la térmica van a ser historia», subrayaba Santiago Dorado minutos antes de la voladura. «Estamos tristes, pero con la ilusión de una nueva etapa, de un proyecto nuevo para esa parcela que pueda generar mucho empleo y riqueza».
El primer edil recibía aún a algunos vecinos que le trasladaban diferentes problemas del día a día. Mientras, un coche de la Policía Local se acercaba a la puerta del Ayuntamiento para recogerle y trasladarle a la zona acotada para poder ver el fin de la central.
«Llevo aquí 30 años y eso es un icono de La Robla y siempre he visto a las chimeneas ahí», hacía memoria Dorado, quien lamentaba que no se pudiera conservar algún resto de la térmica como ejemplo de «historia reciente» del pueblo. «Ese derribo dará paso a una nueva industria, nuevos proyectos y empleo para los jóvenes. El derribo de las torres es muy triste, pero ver marchar a nuestros jóvenes también lo es».
Santiago Dorado exponía que su municipio todavía cuenta con proyectos industriales como la fundición eólica o la cementera, así como otros empresarios. Reconociendo que será «complicado» sustituir los 1.000 puestos de trabajo de la minería y los 150 de la térmica, y que en todo caso «recuperarlos llevará su tiempo», el alcalde insistía en las buenas expectativas con proyectos de biomasa o hidrógeno verde para la zona.
»Es un día triste para la provincia de León porque se va al traste una de las formas de vida de miles de leoneses y por el modelo energético que nos quieren implantar», indicó el presidente del PP de León, Javier Santiago Vélez, quien asistió, acompañado por el presidente comarcal, Emilio Orejas, el portavoz del PP en la Diputación, Francisco Castañón, y representantes del partido en los ayuntamientos de la zona a la demolición de las torres de refrigeración de la central térmica de La Robla en un acto de «apoyo a los habitantes de La Robla y de la comarca» .
Santiago Vélez censuró que «el cierre precipitado de las centrales térmicas responde al objetivo del Gobierno de ser más verdes», una decisión que «se está postergando» en otros países europeos y que «ahora hubiese frenado el incremento del precio de la luz» que están padeciendo los españoles.
El presidente del PP considera que «hay que darle una alternativa a este cierre premeditado e ideológico» de las centrales térmicas promovido por el Gobierno de Pedro Sánchez con «el silencio cómplice» del PSOE de León que gobierna en la Diputación y en el ayuntamiento de La Robla quienes, a su juicio, «hacen un flaco favor a los ciudadanos de la zona y de la provincia».
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