«Dicen que tomes medidas y cuando te matan los perros no te indemnizan»

La problemática del ataque de osos y lobos sigue generando una gran preocupación en el campo leonés. Ganaderos y agricultores que cansados de protestar ante leyes que les impiden actuar ceden a dejar la actividad ante la imposibilidad de poder continuarla.

Luis María Fernández, criador de mastines con vinculación directa a la ganadería al tener familia desde toda la vida trabajando en este sector, ha denunciado estar atados de «pies y manos» ante leyes que desprotegen las explotaciones ganaderas.

La «sobrepoblación» de estas especies en la zona de Laciana ha sido notable en los últimos años. «En esta zona tenemos una peculiaridad y es que siempre hemos convivido con estos animales», asegura el vecino de la localidad. Un hecho al que no consideraba «preocupante» y que actualmente impide el desarrollo de una vida y una actividad agraria o ganadera «normal».

«Siempre hemos tenido lobos y nunca se han extinguido por lo no hay que inventar nada para mantener algo que nunca ha desaparecido», asegura. El aumento «desproporcionado» se ha convertido en una problemática para todos los habitantes de núcleos rurales de la montaña de León. Especies sin control y sin depredadores naturales que atacan a los rebaños y animales de los trabajadores del campo. En redes sociales el pasado 2023 se denunció en la zona el ataque de una manada de lobos a varios mastines de la zona.

Los ganaderos cuentan con varios ejemplares de esta raza que se encargan de defender y cuidar el ganado, pero en los últimos meses los ataques han cruzado también esta línea. «Los lobos iban matando a todos los perros que se encontraban solos», asegura. Algo que generó una «impotencia» debido a que estos se consideran una especie indemnizable y, por lo tanto, suponen un gasto a mayores para los ganaderos que, en muchos casos no solo pierden dinero sino a un compañero.

La reclamación de indemnización generada por uno de los vecinos que perdió dos mastines tuvo su resolución a principios del mes de junio, un año después de su reclamación. La respuesta por parte de la Junta de Castilla y León fue clara, no se considera que se tengan que cubrir los gastos de estos animales.

«Si no hacen las cosas bien las consecuencias van a ser importantes», indica. Un problema que tiene su principal causa en el registro del censo de estas especies ya que, como denuncia el criador «no está actualizado». «Si hubiese un censo real del lobo nos daríamos cuenta de que no está en extinción sino en expansión», asegura. Lo que genera que la viabilidad de los ganaderos y agricultores de la zona de la montaña leonesa sea cada vez menor. Con ataques constantes e indemnizaciones que se tasan rápido por los seguros pero que la administración tarda años en pagar, el campo pide «soluciones».

«Donde antes eran necesarios cuatro mastines ahora son necesarios ocho», remarca. Un sobrecoste al que muchas ganaderías no pueden enfrentarse y que en ocasiones generan bajas en la actividad. Sin ayudas «visibles» por parte de la administración y con leyes que «no aportan» soluciones sino, todo lo contrario, los trabajadores del campo ven «imposible» convivir con la sobrepoblación de estas especies.

Años de papeleos en los que no entienden que, tras el levantamiento inmediato del acta que certifica que el ataque es real, se tardan dos años en tramitar los certificados para poder hacer los pagos de las bajas a los ganaderos. La vida de los vecinos de Laciana ha dejado de ser «normal» para convertirse en «todo un reto» cada vez que salen de paseo a sus montes. Osos, lobos, jabalíes y otras especies amenazan a sus explotaciones que, sin soluciones, pueden desaparecer por «falta de soluciones»

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