La Cuesta cierra una nueva edición de sus tradicionales Campaneirus

La localidad de La Cuesta cerró un año más su tradicional mascarada con dos días de intenso movimiento en el pueblo. Para los vecinos, los 'Campaneirus' supone la continuación de una parte clave de su historia. Un regreso a sus orígenes que, una vez más, ha llenado de color y música las calles del municipio. Para la asociación, la mascarada supone la culminación de una intensa lucha por recuperar una actividad olvidada durante décadas. La buena climatología del pasado fin de semana permitió que decenas de personas se acercaran a la Cabrera Alta para poder ver de cerca a unos 'Campaneirus' fuertemente arraigados a la Cuesta.

En torno a las 18:00, los 'Campaneirus' salieron a las calles vestidos con trajes tradicionales hechos a mano por los vecinos con pieles de oveja o de perro. Junto al disfraz, la máscara forma la vestimenta tradicional con la que los participantes perseguían a los más jóvenes del municipio. Algunos de los personajes que se representaron fueron la la 'vieya', que simbolizaba la madre naturaleza; el toro, que empuja a la gente o la señorita, cuya labor es la de indicarle al toro a quien tiene que emburriar. El resto se travistió con unos disfraces que han dado vida a una actividad que continúa levantando gran interés en la zona.

Una hora más tarde, siguiendo la tradición, se quemó el 'vieyu' como símbolo de un cambio de ciclo estrechamente vinculado con la llegada del nuevo año. En esta ocasión, sobre el cuello del 'vieyu' colgaba un cártel donde se podía leer el mensaje «Añu vieyu 2024, cuidar las abeyas» como recordatorio de la importancia del sector apicultor en la zona. Tras la hoguera, el astorgano Carlos Huertas deleitó con una magistral actuación a las más de 100 personas que se acercaron a La Cuesta este fin de semana.

El domingo, después de la misa, los 'Campaneirus' volvieron a salir por el pueblo para despedir una nueva edición de esta tradición. A modo de cierre, la organización repartió unos bollos preñaos entre todos los asistentes, dando así por concluida una edición más de esta singular mascarada por la que tanto han luchado los vecinos de La Cuesta por recuperar.

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