La pérdida de agua de los ríos, manantiales y fuentes leoneses por la obra de la Variante de Pajares vuelve a centrar la actualidad en la provincia. Durante el turno de ruegos y preguntas del último pleno celebrado en la Diputación de León este pasado miércoles 30 de octubre, el presidente de la institución, Gerardo Álvarez Courel, anunciaba que se ha encargado un nuevo estudio a la empresa Tragsa para analizar «las circunstancias pendientes» en lo que rodea al trasvase de agua León-Asturias.
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Iniciaba su alocución el berciano recordando que «el agua no es de nadie» y seguía: «Se hablaba de un caudal inicial que se perdió de 11.000 litros de agua por segundo, que se ha reducido a la cuarta parte y cada vez se reduce más, se va poniendo solución», señalaba Álvarez Courel en una intervención que ha levantado polémica.
El estudio que dice se ha encargado buscará «dar un mejor servicio» tras la obra. Sin embargo, la polémica surge cuando se aventura a calificar como «peregrina» la idea de realizar un bombeo para revertir los daños. «Es una solución inviable», seguía, y más «en una zona de un elevado impacto ambiental». «Lo que está claro es que el túnel no puede ser estanco, el agua fluye. Pero el compromiso es resolver toda esta problemática para que ni pastos ni pueblos se queden sin agua», concluía.
El 15 de mayo de 2023 el Boletín Oficial del Estado publicaba la resolución de la dirección general de calidad y evaluación medioambiental de las modificaciones de las condiciones de la declaración de impacto ambiental en el estudio informativo del proyecto para la Variante de Pajares. En dicho documento oficial, los técnicos recogen que el bombeo de agua es «prioritario» siempre que se den las circunstancias técnicas, idea que ahora se califica desde la Diputación de «peregrina».
En concreto, el BOE apuntaba ya en 2023 que habría de elaborarse un «proyecto de restauración y corrección integral de los efectos causados sobre los manantiales y masas de agua superficial», e indica que para ello se utilizará «prioritariamente el caudal que, tras completar las actuaciones de corrección de drenaje de los acuíferos, resulta final e inevitablemente drenado de los acuíferos de la demarcación hidrográfica del Duero (subcuenca del Bernesga) por los túneles hacia la demarcación del Cantábrico Occidental (subcuenca del Huerna).
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