Las Cortes vuelven a pedir el anterior régimen jurídico en la gestión del lobo por su buen estado de conservación

El procurador del Grupo Parlamentario Popular, David Fernández, lamentó el cambio «tan radical» del Gobierno central en la gestión del lobo frente a la buena actuación al norte del Duero por parte de la Junta en Castilla y León, con un crecimiento sostenido de la especie y su expansión a otros territorios así como lograr un bajo nivel de daños. «Deben tomar nota los que solo pisan el asfalto y la moqueta de ciudad», aseveró.

A su juicio, la política defendida por el PSOE y Unidas Podemos no beneficia la ganadería intensiva ni extensiva, por los daños que causa el lobo. Además, les acusó de ser «corresponsables» de acelerar la despoblación donde vive el lobo, sin olvidar que tampoco beneficia al medio ambiente porque el ganado hace su función para mantener limpios los bosques. Por otro lado, alertó que la restricción total del lobo tampoco beneficia al propio lobo ya que implica crecimiento del furtivismo, el aumento de las enfermedades y degrada la existencia de la especie.

Fernández justificó, según recogió la Agencia Ical, que el lobo es una especie en un estado de conservación «favorable» al precisar que de las 125 manadas existentes en Castilla y León en 1988 se pasó a 149 manadas en 2000 y a 179 en 2013, lo que refleja un incremento del 43 por ciento en 25 años.

Por su parte, José Antonio Palomo, de Vox, advirtió que la Comunidad se muere por la despoblación, entre otras cosas, porque no se garantizan las condiciones de vida en el medio rural, como ocurre con la gestión del lobo. Apostó por actuar en defensa del mundo rural y los ganaderos, tras recordar que el lobo genera cada año más de 2.400 ataques al sur del Duero, un número que baja hasta el medio millar al norte del río, pese a existir más ejemplares.

El procurador de la formación verde subrayó que la prohibición de la caza del lobo responde a criterios ideológicos y no técnicos. Fue entonces cuando apuntó que el Gobierno central ha ignorado a las comunidades afectadas (Galicia, Asturias, Cantabria y Castilla y León), que votaron en contra de esa inclusión del lobo en el catálogo de especies amenazadas, pese a tener signos políticos muy distintos. Vox presentó una enmienda al texto del Grupo Parlamentario Popular para que el texto recogiera, expresamente, la caza «controlada» y «limitada» del lobo , para después atacar la prohibición que defienden los ecologistas y los animalistas, a los que llamó «mascotistas» y «ecologistas de salón».

Juan Luis Cepa, del Partido Socialista, empezó su intervención señalando que el lobo no se caza al norte del Duero desde hace solo ocho meses, por lo que parece que la orden del Gobierno no es la causante del cierre de cientos de explotaciones ganaderas en la Comunidad durante los últimos años. También, significó que, al norte del Duero, cuando el lobo era una especie cinegética, los ataques aumentaron un 32 por ciento, lo que a su juicio está relacionado con la «mala» gestión de la Junta.

Buscar la confrontación

El procurador socialista lamentó que PP solo busque «confrontar» y hacer del lobo un tema ideológico. «Solo les importa ir a la gresca. Creemos que el Partido Popular tiene que reflexionar con todas las iniciativas del PSOE para el incremento de las indemnizaciones por ataques del lobo y ayudas a los ganaderos. Sean coherentes y no nos hagan perder el tiempo», espetó. Además, dejó clara la defensa del PSOE de los ganaderos pero también la convivencia entre los profesionales del campo y el lobo.

Desde el Grupo Parlamentario UPL-Soria Ya, el portavoz leonesista Luis Mariano Santos, defendió la anterior regulación del lobo al norte del Duero aunque reconoció que no funcionó al sur del río. También abogó por la defensa de los ganaderos de la montaña leonesa, aunque con un equilibrio sostenible.

Pedro Pascual, por parte del Grupo Mixto, reconoció que el lobo causa problemas «muy graves» en la provincia de Ávila, que registra la mitad de los ataques de la Comunidad. De ahí que apuntara que muchos ganaderos le han confesado su intención de dejar la ganadería como modo de vida. Es por ello que demandó la unidad de todas las administraciones en lugar de buscar culpables.

Por último, el procurador de Ciudadanos, Francisco Igea, aplaudió al PP que lleve a cabo una evaluación de las políticas públicas, con la presentación de datos para justificar la mala gestión del Gobierno con el lobo, aunque reclamó que se amplíen a otras áreas, en lugar de cerrar portales de transparencia que él impulsó la legislatura pasada. Antes de concluir, advirtió al Partido Popular que han dado un «paso inesperado» en la protección del lobo, tras la entrada de Vox en el Ejecutivo de la Junta. David Fernández le reprochó que en el Gobierno autonómico no había lobos y aseguró que lo único que existe es un «buen pastor» al frente, como es su presidente Alfonso Fernández Mañueco.