La cornisa cantábrica se alía para que no se declare especie protegida al lobo

En este encuentro también participó David Villar, director general de Medio Natural y Planificación Rural del Principado de Asturias, quien explicó que estas cuatro comunidades autónomas «albergan la mayoría de la población de esta especie en la Península Ibérica y desarrollan su gestión a través de diferentes planes o modalidades que son compatibles con el estatus actual de la población, que además está de acuerdo con las directivas europeas». Esto es que, en virtud de dichos planes de gestión, se pueden suprimir ejemplares para controlar las poblaciones de lobos en los diferentes territorios.

Villar remarcó, no obstante, «la necesidad de un acuerdo a la hora de abordar una estrategia nacional, que ha de ser compatible con los actuales planes y modos de gestión de las distintas comunidades autónomas». Por ello, el Principado reclama «consenso, coordinación y corresponsabilidad tanto en la gestión de las especies como en la mitigación de los aspectos negativos que puedan tener sobre la cabaña ganadera», es decir, las compensaciones que reciban los ganaderos por los daños causados por los ataques de los lobos a sus animales.