Comer a 2.000 metros de altitud, el nuevo reclamo turístico en Pajares

El local, este verano, se encuentra abierto porque el Principado decidió poner en servicio el telesilla de El Brañillín para la campaña durante los fines de semana. «Tenemos las reservas a tope. Está funcionando muy bien gracias también a las actividades deportivas y lúdicas que se han programado en la estación; el año que viene se va a tener que ampliar porque la demanda ha sido enorme», añadía.

Comer en lo más alto es algo «único, hay que vivirlo porque es indescriptible; es estar en el cielo de gastronomía», apuntaba el joven hostelero. En los fogones trabaja desde los jueves -solo se abre los sábados y dos domingos- Julia Fernández. «Los potajes están mejor de un día para otro; y hay que hacerlo así porque, de lo contrario, no podemos con todo».

Los turistas, continúa explicando Fernández, son, sobre todo, de la región y de León. «Muchos suben en el remonte y luego descienden caminando, que son solo 20 minutos; así bajan la comida», dice entre risas.

Otra estación invernal, la de Aller, Fuentes de Invierno, estrenaba ayer la primera ruta guiada gratuita. La actividad ha contado con la participación de los guías de la empresa local Jarascada.