Santa Lucía recupera su colegio tras ocho años cerrado

Concepción y Conchita fueron alumnas para más tarde ser profesoras de este centro que les ha dado todo. «Lo ví nacer, he visto el gran auge de los años 70 y 80, el decaimiento de los 90 y su triste cierre en el años 2013», explica Conchita Fernández.

El colegio de las Hermanas Carmelitas comenzó su andadura en 1958 para dar formación a las hijas de las mineras de la Hullera aunque poco tiempo después paso a ser mixto para agrado de toda la comarca. Este centro trajo aires de innovación y progreso educativo. «Era un mundo distinto, yo estoy muy agradecida al colegio porque aquí me formé y quizá sin él no hubiera estudiado», apunta Conchita Fernández.

Un colegio que dio vida a varias generaciones y con su clausura una parte de esta comarca también se apagó. Ahora un joven matrimonio formado por Sergio Fernández-Llamazares y Covadonga Domínguez vuelve a dar luz a estas instalaciones con un proyecto que pretende convertir este espacio en un albergue y residencia juvenil. «Queremos ser una opción más dentro de las posibilidades que da la zona por lo que pretendemos organizar cursos de verano, campamentos, campus de deporte, etc. Al fin y al cabo es darle una segunda vida al edifico», apunta Sergio Fernández-Llamazares.

Sin vinculación directa con la zona, han sido las casualidades de la vida la que ha llevado a esta pareja a emprenderse en esta aventura. «He estado siempre muy vinculado al deporte a nivel de León y un verano vinimos aquí y fue un amor a primera vista, dices que bonito es este pueblo y las posibilidades que tiene, es una pena que esto se pierda; al final es una simbiosis de locura con el atractivo que tiene para ti», subraya Sergio.

Ahora toca hacer un largo trabajo que ya ha comenzado limpiando el edificio porque «estaba todo como si fuesen a dar clase; hemos tenido que quitar encerados, sillas, pupitres, libros, etc.» unos utensilios que pretenden subastar por un módico precio para financiar el proyecto y que los alumnos puedan tener un recuerdo de este centro. «Somos los propietario pero esto para mi es patrimonio legado del pueblo por lo tanto debe de quedar aquí, buscaremos una financiación pero cualquier euros que salga de aquí va a repercutir en este edificio».

Un proyecto que ha despertado el entusiasmo de toda la comarca. «Lo que me estoy encontrando es la colaboración de la gente de la zona que me escriben cada día y me desean suerte y eso me anima a que tenga más ilusión por llevarlo a cabo», explica Sergio.

Después de la tristeza y nostalgia que supuso el cierre de este colegio ahora llega la ilusión por volver a ver a niños llenando de vida y alegría no solo este colegio sino todo Santa Lucia de Gordón.