La cobertura obliga a rascarse el bolsillo en el Ezequiel de Villamanín: «Nos han devuelto al siglo XIX»

Una odisea para hacer las reservas y echando mano a la cartera para comprobar si hay algún billete para pagar en efectivo. Es el problema con el que se encuentran los vecinos y turistas que visitan estos días Villamanín y Cármenes por el problema de cobertura que ha dejado más de 48 horas a ambos municipios sin servicio de telefonía y sin internet de la compañía Movistar.

Según explican desde la compañía, el problema se ha solucionado a lo largo de la mañana de este viernes 19 de julio. La avería, más grave de lo que se pensaba en un inicio, se produjo por motivos externos a la compañía al cortar durante labores agrícolas un cable.

El problema no es nuevo pero sí recurrente, y afecta al mal funcionamiento de servicios tan básicos como los datáfonos, fundamental para los negocios de la zona más en una época en la que cada vez es más raro llevar dinero en efectivo.

El último episodio de un fallo en la cobertura que en el mes de abril llegó a prolongarse durante seis eternos días se produce en pleno mes de julio, con el municipio duplicando su población como suele ser habitual en verano, con campamentos que llenan el pueblo de niños y con turistas que no dudan en hacer una escapada a una de las zonas más bonitas de la provincia.

Otro atractivo de Villamanín es su gastronomía, y ejemplo sin igual de ella es el restaurante Ezequiel, uno de los negocios más importantes de la zona y que se ha visto muy perjudicado por este último episodio con la cobertura. «Nos está afectando muy negativamente», reconoce Luis González del Río, director comercial del restaurante, que lamenta las reservas que no han podido efectuarse porque la gente llamaba y no había señal y «pensaban que estábamos cerrados, cuando para nada».

También ha afectado al envío y recibo de correos electrónicos o al pago con tarjeta o el móvil al fallar los datáfonos. «Hacemos lo que podemos dentro de la incertidumbre que esto supone, porque estamos subsistiendo pero el problema tiene que solucionarse porque no se puede trabajar así», sigue González, que lamenta una situación que ya se ha repetido en más ocasiones y marca una dinámica «muy negativa» para la zona. «Nos han devuelto al siglo XIX», resume.

El caso del Ezequiel es el paradigma de la situación que atraviesan otros negocios y establecimientos del municipio y que preocupa a su alcalde, Álvaro Barreales. Reconoce el alcalde haber hecho todo lo que puede para encontrar una explicación a un problema que se repite.

Porque el fallo no es nuevo, pero sí hace daño en época estival. «Últimamente fallaba un par de horas, toda la mañana... pero más de un día y medio es mucho, en abril fueron seis días y no puede ser», denuncia el alcalde, que lamenta el daño que se está produciendo en los negocios, en servicios médicos, para la gente que teletrabaja o para los vecinos y turistas que no pueden pagar con tarjeta.

Recuerda además Barreales que el servicio telefónico es si cabe más necesario en una zona donde este verano no paran de producirse accidentes y rescates en la montaña.

La solución llegaba a última hora de la tarde del viernes cuando la compañía informaba de que la avería se ha solucionado y la coebrtura vuelve a estar operativa.

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