El cierre de la central térmica de La Robla supone una pérdida de 120 empleos directos y un 30% de los ingresos del Ayuntamiento

Al Consistorio roblano solo le queda ahora «estar muy pendientes de lo que decida el Gobierno», aunque «con estos informes no podrá decir otra cosa». Sin embargo, ante esta situación, Dorado lamentó que «Naturgy, la propietaria de la central térmica, no haya tenido en cuenta toda la riqueza que ha generado el trabajo de las minas y la población de este municipio».

Una vez cerrada la central térmica de La Robla, el regidor estima que se pierdan unos 120 de trabajos directos, de los que 80 pertenecen a la plantilla y 40 a contratas y a los que se suman otros puestos indirectos, como camioneros, seguridad y toda la industria de alrededor.

«Muy triste por el empleo que se pierde», Santiago Dorado trasladó que la situación que se plantea es «muy preocupante» para el Ayuntamiento, que perderá «un 30 por ciento de los ingresos», ya que la central térmica ingresa a las arcas municipales unos 900.000 euros de Impuesto de Bienes Inmuebles (Ibi) de características municipales y unos 400.000 euros de Impuesto sobre las Actividades Económicas (Iae), lo que supone «1,3 millones en un total de 4,3 millones euros».

Una situación que, también en términos sociales, genera «un problema añadido al cierre minería, que ha hecho que desde 2013 se hayan perdido 600 puestos de trabajo» y que deja por delante un futuro incierto en un municipio «muy duro» que «sabe resistir a todas las decisiones y va a intentar salir adelante».

«Hemos perdido empleo, pero seguro que vamos a ser capaces de recuperarnos», afirmó Santiago Dorado, quien señaló que «Naturgy tiene una obligación con esta tierra», por lo que «algo tendrá que generar en las instalaciones de la central térmica», que «alguna contraprestación tendrá que ofrecer al Gobierno para el cierre».

«El Ministerio de Transición Ecológica y la Junta de Castilla y León tendrá que entender nuestro problema, se ha cerrado la minería y la central térmica en un mismo territorio y se ha dejado a La Robla en la zona cero de la industria de España».