Cientos de personas buscan darle una segunda vida al mastín que un «salvaje» enterró vivo

El ser humano es el único animal que sin sentirse amenazado es capaz de sacar los peor de sí. Solo así se pueden entender que este lunes una persona enterrara con vida a una perra mastín de ocho meses en la localidad de Piedrafita de Babia.

Pero también, el ser humano es un animal que en momentos difíciles saca a relucir su bondad. Solo así se pueden entender que desde este lunes, todos los trabajadores de la Clínica Veterinaria Animalejos se estén desviviendo por intentar curar a este mastín.

El proceso es lento porque el animal «además sospechar que llevaba dos días enterrado», tenía un tenía un fuerte golpe en la cabeza, «al hacer la radiografía se ve un cuadrado perfecto del golpe que le dio este salvaje», señala Iván Sánchez veterinario de la Clínica Animalejos que desenterró y salvó la vida a estén mastín que tras pasar por este calvario ya podemos catalogarla como un 'Ganadora'.

La evolución es bueno, Ganadora llegó sin fuerzas a las clínica y este viernes ya es capaz «de comer y beber por si sola».

De momento no camina y tendrá que pasar por quirófano para ser operada «porque tiene un montón de esquirlas en el cráneo», apunta Sánchez.

Ya son «decenas y decenas» de personas, «no solo de León, hemos recibido mensajes y llamadas de de gente de Córdoba o La Rioja» que quieren adoptarla y es que Ganadora se merece un buen hogar y desde Animalejos se encargarán de «que vaya para una buena casa que la quieran mucho».

La investigación por encontrar «al salvaje» que está detrás fechoría ya está abierta.

El rescate tuvo lugar después de que una señora que iba paseando llamara a la Guardia Civil tras escuchar a Ganadora llorar.

Al personarse los agentes junto a Iván Sánchez, encontraron a este mastín enterrado siendo solo visible una «mano y la punta del hocico».

Ganadora estaba a punto de dar la batalla por perdida. «Si llegamos a ir al día siguiente seguramente nos la hubiésemos encontrado sin vida», afirma Iván.

En ese momento en el que parece que todo está perdido, en el que la crueldad y bestialidad del ser humano parece que va a ganar la batalla aparece otro ser humano para impregnar dulzura y generosidad y darle una segunda vida a Ganadora.