Carnero alerta de que «si se sigue jugando a favor del lobo, dejará de haber gente en los pueblos»

También afeó al Ministerio que «unos inviten y otros paguemos», en relación a la interpelación realizada por el socialista Juan Luis Cepa en la que criticaba que la Junta pida al Gobierno 40,5 millones para paliar los daños del lobo pero «no haya hecho nada al respecto» desde la propia Consejería de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural.

En cualquier caso, Carnero recordó que los ganaderos «no quieren dinero, sino que el lobo no les ataque las ovejas y las terneras», por lo que pidió al Gobierno «un equilibrio entre la subsistencia del lobo y el mantenimiento de la ganadería», a través de «un control adecuado» del animal para que «pueda convivir» con la actividad ganadera y que, en cualquier caso, «el que quiera invitar, que pague».

También fue crítico el consejero con el borrador del Plan Hidrológico de la CHD por no atender al «déficit de regadío con respecto a la media nacional» que, según Carnero, tiene Castilla y León.

«Tenemos que conseguir que la CHD contemple las regulaciones necesarias para incrementar las hectáreas de regadío hasta las 57.000», expuso durante su comparecencia Carnero, bajo la premisa de que «si queremos luchar contra la despoblación, la mejor manera es contemplando desde el Ministerio para la Transición Ecológica la utilización racional de agua para responder a las necesidades del sector agrario».

Y es que, tal y como manifestó el consejero de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural, «si queremos que haya gente en los pueblos, una de las principales medidas es el regadío», para el que pidió una «mayor capacidad regulatoria» desde el Ministerio para la Transición Ecológica y la CHD.

Por último, y en relación a la polémica suscitada por sus declaraciones en relación a la campaña de la Junta de Castilla y León por un consumo moderado del azúcar por parte de los niños, en contraposición a la campaña del Ministerio de Consumo para desincentivarlo, Carnero explicó que su Consejería «no está incentivando su consumo, pero tampoco disuade de un consumo moderado».

En ese sentido, criticó que el ministro de Consumo, Alberto Garzón, «ha demonizado un sector de cabo a rabo», en relación al agroalimentario, porque «tras empezar con la carne, luego se refirió a las bebidas azucaradas, siguió con el azúcar y ahora entra en la alimentación de los niños».

Es por ello que, en contraposición, Carnero manifestó que «el problema de la obesidad infantil no es el azúcar» porque este es «una causa más» y, por ello, «las campañas de la Junta hablan de un consumo moderado por la importancia de la remolacha para Castilla y León».