El canadiense que se enamoró de Picos

Es la historia de Tyrone Mactley, el canadiense que se enamoró de Picos de Europa y que ahora se ha convertido en un vecino más de esta singular zona que une las motañas leonesas, asturianas y cántabras.

Él recorría España en bicicleta hasta que una lesión le obligó a detenerse en la localidad de Arenas de Cabrales. Allí se detuvo con una idea inicial clara: recuperarse para seguir avanzando en su camino.

Fue entonces cuando las montañas de Picos de Europa le atraparon hasta establecerse como ganadero.

Llegó a Arenas hace siete años, los vecinos le dieron cobijo dada su situación y le ofrecieron experiencia para establecerse como ganadero y prados para iniciar una actividad que en principio parecía una locura.

Día a día los ganaderos le enseñaron el oficio en el monte y lo que en principio era algo provisional y aventurero se ha convertido en definitivo.

Ahora y después de trabajar duro durante siete años, Mactley tiene previsto en el mes de febrero vende el primer lote de carne de su propia ganadería. De momento, el sueño prosigue y a su bicicleta solo se sube para realizar desplazamientos cortos, muy lejos de la idea inicial que tenía como objetivo recorrer la España peninsular.

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