El campo leonés inunda León de reivindicaciones y protestas

Al inicio de la movilización no habría más de 1.500 personas. Los tractores estaban 'escondidos' tras el Palacio de Deportes y a primera vista la movilización de los agricultores no parecía haber logrado una gran convocatoria. Poco duró esta ilusión y en cuestión de minutos la avenida del Ingeniero Sáenz de Miera se convirtió en un maremágnum de manifestantes y tractores. Cuando el frontal de la cola de manifestantes, que había crecido notablemente desde su origen, llegaba al Puente de los Leones, todavía había vehículos agrarios saliendo desde el Palacio de los Deportes. Lo que parecía en un primer momento en una convocatoria floja, había mutado hasta convertirse en una miríada de gente.

En las pancartas se leían sobre todo tres consignas: «No al trasvase hacia Portugal». «Agua + Jóvenes = Futuro» y «Ministra, dimisión». Los cultivadores acompañaron sus tractores de numerosas pancartas y se sirvieron de sus bocinas para crear un tremendo alboroto que no dejó indiferente a ningún viandante que se cruzó con la manifestación. Una curiosidad que hizo que la gran mayoría de los ciudadanos que circulaban por las aceras y alrededores echaran mano a su móvil para inmortalizar la concentración.

Las banderas de León fueron también protagonistas. La oriflama del León estuvo presente en toda la cola, ya fuera portada por los participantes en la protesta o fijada en los tractores. Pudo verse también la Seña Bermeja de Zamora y alguna bandera salmantina. Y es que a la manifestación acudieron productores de toda la región leonesa, así como organizaciones agrarias como Asaja, UPA, UCCL y Coag, entre otras.

Una manifestación que tuvo su punto álgido en la plaza de Guzman el Bueno, ya que las dimensiones de la movilizacion quedó patente al colonizar rotonda y Puente de los Leones a la par. Los tractores aprovecharon la visibilización de la zona para hacer sonar sus cláxones todavía más. Toda la plaza se convirtió en una escena abigarrada con una banda sonora de pitidos y gritos. El campo de León clama y lo hace bien alto «hasta aquí».