
En pleno otoño, las crías de lobo de las montañas de León experimentan un importante crecimiento y los lobeznos más jóvenes se alimentan gracias a la caza de los ejemplares adultos que, a parte de protegerlos, les proporcionan comida, pero de una manera un tanto curiosa.
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Según explica Íñigo Miguel Sadia, guía turístico de Valdeón Wild, en la vertiente leonesa de Picos de Europa, se produce a través de un proceso de «regurgitación» de la comida por parte de los lobos adultos, tal y como muestra en uno de sus videos subidos a redes sociales.
En la imagen captada por el guía, que lleva años siguiendo los pasos de lobos, se muestra con perfección como uno de los miembros de la manada transporta el alimento de las crías para, después, vomitarlo y que así los lobeznos puedan asimilar el alimento.
El trabajo previo de meses y años supervisando el día a día de las manadas le ha regalado al avistador diversas imágenes «únicas» con las que ha podido conocer más a fondo la rutina de esta especie.
Ubicados en la montaña de los Picos de Europa, las seis crías esperan ansiosas la llegada de los adultos debido a que aún no se valen para cazar por sí mismos. A pesar de que su tamaño ya se acerca al de un adulto, los lobeznos, la mayoría de ellos nacidos en el mes de mayo, comenzarán a salir a cazar llegada la primavera, algo que conseguirán bajo la supervisión de los ejemplares adultos para conseguir que sean, así, autosuficientes.
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