El calvario para llegar a Agrovet pone en jaque a una empresa con una veintena de trabajadores

Llegar a la empresa Agrovet, en la localidad de Mansilla Mayor, es un calvario. Es tal cual. Una maraña administrativa, laberíntica en no pocos casos, ha convertido el arreglo del camino vecinal hasta esta empresa en una misión imposible.

Y cada vez que llueve la secuencia se repite: baches, irregularidades, desperfectos y un peligro evidente que se evidencia en forma de accidentes.

La gota que ha colmado el vaso ha sido el ocurrido este mismo jueves, al salirse del vial uno de los vehículos de la empresa. «Así es imposible. No sabemos a quién más acudir. Es el momento de tirar la toalla».

«En lo que va de mes tenemos tres coches con averías por el acceso a Agrovet, y hoy uno de ellos se deslizó y acabó con la cuneta. Esto es lo que pasa cuando tienes la mala idea de crear una empresa en el mundo Rural y encima te vas a vivir allí», se ha asegurado desde la dirección de la empresa.

Y así el negocio se hace inviable: «Imagina si tú tuvieras que venir con tu mascota, a traer una muestra o simplemente venir a dar un servicio a Agrovet y te encontrarás esto. De verdad, tiramos la toalla».

Ese camino de barro, piedras y charcos se cruza desde hace años en medio de la trayectoria hacia la investigación, el desarrollo y la innovación por parte de la empresa leonesa Agrovet, cuya propiedad analiza ahora si es viable mantener la actividad en esas condiciones o si es mejor 'bajar la trapa' a un negocio que factura 1,3 millones de euros y cuenta con una veintena de trabajadores.

La falta de encaje entre administraciones deja su proyecto, pionero en innovación agrícola y ganadera, incomunicado cada invierno.

Ubicada en el término municipal de Mansilla Mayor, rodeada de campo como corresponde a su propia esencia, en realidad es como que estuviera perdida en una isla desierta.

El aislamiento lo genera un camino 'de cabras' que separa los 800 metros que separan la rotonda de la Nacional 601, en el kilómetro 312, con sus instalaciones. Cuando Agrovet se instaló en aquel lugar en una apuesta por la zona todos los responsables de las diferentes administraciones le advirtieron que ese problema era un asunto menor. Lo importante era la inversión y la apuesta por la zona.

Hubo inversión, en forma de millones de euros, y apuesta hasta hacer de Agrovet una planta clave en el control de aguas de consumo humano en la provincia, la investigación agrícola, el control de enfermedades de animales, en su pertenencia a las agrupaciones de defensa sanitaria –ADS-, el desarrollo de cursos de formación o la realización, con la pandemia, de análisis de pruebas PCR para cribados por coronavirus covid-19.

Pero la carretera, la que debía acercarles al futuro, jamás llegó. Eso hace que los camiones de transporte se nieguen a entregar la mercancía pesada, o que los vehículos pequeños de clientes se queden precisamente ahí, en el camino, por el temor a quedarse en un socavón.

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