Encuentran a Trasgu, el perro que huyó por miedo a los petardos

La localidad de Boñar ha conseguido dar con Trasgu, el perro mestizo que huyó en un paseo al escuchar el sonido de los petardos. Un final feliz a una historia que ha mantenido en vilo a todo el municipio.

La celebración de las fiestas vino acompañada de malas noticias en la casa de Elena Ruidiaz. «Trasgu llevaba desde por la mañana metido debajo de las camas», asegura la vecina de la localidad. El sonido de los petardos es mucho más impactante para los animales que para los humanos, de hecho, muchas localidades optan por rechazar este tipo de actividades dentro de los festejos aunque su dueña asegura que «también entiendo que es una fiesta pero estoy muy dolida».

Su paseo cotidiano se convirtió en un episodio que les cuesta recordar. Tras soltar su correa por una finca cercana donde siempre suelen pasarle, el animal comenzó a escuchar los ruidos, algo a lo que rápidamente estuvo muy atento y comenzó a correr después de mirar a su dueña. «Corrí detrás de él pero fue imposible no perderle de vista», explica.

La historia de Tragus, probablemente, sea uno de los motivos por los que el animal huyó rápidamente. Cuando apenas tenía un año de edad, sus dueños lo rescataron de un refugio.

«Tenía marcas por el cuerpo, se nota que es un animal que sufrió maltrato», indica Ruidiaz. Tras sacarlo de la protectora, su vida cambió radicalmente. Una casa donde el cariño le devolvió la confianza, aunque solo con la gente que conoce. «Se acerca a niños y mujeres, le cuesta confiar aún», explica.

Tras perder de vista al animal, su familia no dejó de buscarle durante toda la noche. Tras una hora de descanso, volvieron a peinar la zona al amanecer. Carteles, avisos, llamadas y desesperación coparon las horas en las que estuvo desaparecido.

«Es un perro que tiene muchos traumas por todo lo que vivió», lamenta. Trasgu pesa cerca de 13 kilogramos, es un mestizo de terrier que, físicamente, se parece a los pastores vascos. Con un tamaño medio, peludo y colores que varían entre marrón, gris y sus canas. «Es un perro muy cuidado y delgadito», indica.

Una pesadilla que la familia confiaba en que acabase pronto y así ha sido. Los vecinos de la localidad se han volcado en su búsqueda para realizar un trabajo que no era nada sencillo, pero que ha acabado dando sus frutos.

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