La autopista entre León y Asturias reabre a 40 kilómetros por hora

Tras 17 días de actividad frenética en busca de una solución urgente que permitiera retomar la conexión directa por autopista entre Asturias y León, la AP-66 volvía a recibir a los vehículos.

Entre señales luminosas, bandas sonoras y marcas viales de reducción de la velocidad, el Huerna reabría las barreras y permitía cuando caía la noche que los primeros convoyes accedieran a la plataforma desde Campomanes y La Magadalena.

Los trabajos para retirar el argayo que el pasado 10 de noviembre sepultaba los cuatro carriles en el municipio de Lena -Asturias- han dado sus frutos. Fue compromiso del Gobierno, a través del ministro de Transportes, Óscar Puente, reactivar la circulación lo antes posibles para descongestionar el puerto de Pajares que ha vivido casi tres semanas de un tránsito que recordaba al siglo pasado.

La AP-66 ha reabierto con absoluta normalidad hasta el punto kilométrico en el que se produjo el desprendimiento de piedras y rocas de grandes dimensiones que ha obligado al uso de explosivos para detonarlas y retirarlas.

Una malla de seguridad de grandes dimensiones, ejerciendo de barrera de contención de la montaña, unido al 'bypass' que sirve para esquivar la zona aún comprometida y donde seguirán los trabajos, ha servido para que coches y camiones puedan pasar desde las 20:00 horas de este miércoles, 27 de noviembre, como lo hacían antes del argayo.

Los primeros en atravesar este tramo se han encontrado con numerosa señalética que obligaba a moderar la velocidad desde los 100 kilómetros por hora hasta los 40 para atravesar los 270 metros que coinciden con la longitud del desprendimiento. Tal como explica El Comercio, esa será la velocidad máxima en unos 400 metros de recorrido en los que ahora se circulará por tres de los cuatro carriles que obligan a cambiar de sentido en la circulación a través de la mediana.

El nuevo circuito se ha levantado sobre una calzada que provisionalmente sorteará las pizarras, areniscas y lutitas que cayeron desde una ladera que en parte sigue desmoronada sobre el firme. Se han abierto dos carriles en dirección sur -hacia León- y uno al norte -Asturias-. Todos ellos alcanzan los cuatro metros de anchura pensando en que los trabajos para reesteablecer la normalidad llegarán más allá del invierno, por lo que prevé el paso de máquinas quitanieves cuando lleguen las nevadas. Ambos sentidos de circulación están separados por unas barreras de hormigón, mientras que en los márgenes aparecen barreras metálicas que facilitan la visibilidad.

También se han instalado 100 metros de barrera dinámica de 9000 KJ, que es modelo más grande colocado en España, con postes de ocho metros de altura y la máxima capacidad energética posible. El objetivo de la barrera dinámica es proteger a los vehículos y el desvío ante posibles desprendimientos durante los trabajos de retirada de los materiales tras el argayo.

Para poder encajar los tres carriles del desvío, más la barrera dinámica y su resguardo de trabajo se ha tenido que realizar un desmonte en roca que ha requerido el empleo de explosivos y medios mecánicos.

Los trabajos para habilitar el desvío temporal y resolver el desprendimiento los llevan a cabo la concesionaria de la autopista, en el marco de sus competencias y la labor del Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible es inspeccionar y velar por su correcto desarrollo.

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