Los ataques de lobo en Acebedo se repiten cuatro noches consecutivas

«Los lobos no han parado de atacar desde que comenzó la temporada de terneros y potros», explica la ganadera. Una situación que ha definido como «límite» debido a las grandes pérdidas que genera para ellos. Han sido más de 50 los animales que se han perdido en esta explotación en menos de tres años. Pérdidas a las que la administración »no ha dado respuesta económica», según indica Álvarez.

Su pesadilla volvió a reaparecer con el comienzo de la temporada de partos. Durante el invierno, los lobos «no actúan» debido a que no hay crías a las que puedan atacar, pero, «la calma» ha abandonado Acebedo y sus ganaderos aseguran «estar al límite» con una situación que «se vuelve a repetir».

La noche del viernes 5 de abril uno de los primeros potros apareció muerto en una de las fincas cercanas al pueblo. Con mordiscos y con medio cuerpo atacado el potro, de apenas unas semanas, fue una nueva víctima para los lobos. Tras este ataque, al día siguiente, un potro, de cuatro días, apareció con mordiscos en el cuello. Este perdió la vida horas después debido a la gravedad de las lesiones generadas.

Dos terneros y un potro, ese es el recuento de víctimas con el que esta explotación ganadera comienza la temporada. Con más de 70 yeguas y 180 vacas, la Ganadería Álvarez avisa de una situación de «tensión» ya que se prevé que «las cosas no mejoren». Tras los ataques de los últimos días, el padre de Loreto decidió hacer noche en el interior de su vehículo para evitar que los lobos actuaran de nuevo. «Si no llega a quedarse ahí, tendríamos una nueva baja», asegura su hija.

El lobo apareció mientras el hombre dormía dentro del coche. Tras la aparición de este individuo las yeguas corrieron al interior de la nave donde se encontraba el vehículo y se acumularon alrededor lo que generó que el hombre se despertase rápidamente. «Cuando el lobo lo vió, huyó», indica. «Nos dicen que pongamos perros para defender al ganado pero se comen también a los perros», explica.

Una de las decisiones, que tomaron debido al gran número de ataques, fue la de desplazar a los animales a campos cerrados dentro del pueblo, lo que les supone una «gran pérdida económica» debido a que los animales deben de cebarse y es un gasto «adicional». «Estamos pagando campo para que los animales estén fuera y nos estamos gastando el dinero en cebarlos», indica.

Una situación a la que la administración «no da respuesta» ya que «no se dan compensaciones económicas sobre esto». La «defensa» por parte de las leyes europeas establecidas en Bruselas en defensa del lobo «va a acabar con las explotaciones ganaderas», asegura Álvarez. Una «viabilidad» a la que no sabe si podrá hacer frente si las cosas siguen así. «Son animales que tenemos a capricho», asegura.

Un «abandono» que achaca no solo a las leyes europeas sino también al alcalde de la localidad y las administraciones. «No hay dinero para pagarnos y dicen que nos entienden», remarca.