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Ramón muñiz
Gijón | León
Jueves, 1 de noviembre 2018, 10:30
El temporal de frío polar que llegó a dejar sin luz a 15.000 viviendas el domingo supone una oportunidad para el turismo blanco que el Principado quiere aprovechar. Para ello ha pisado el acelerador y organiza la apertura de la estación de Valgrande-Pajares ... , previsiblemente este fin de semana, salvo inconvenientes técnicos.
La docena de trabajadores que tiene incorporado el complejo ya cuenta con los descansos organizados para ello, el médico y el enfermero están ya en el apartamento para atender incidencias, y las máquinas fueron abriendo caminos en los remontes y zonas de enfermería mientras lo permitió la luz. Hay casi tres metros de espesor en las zonas altas y la idea de ser de las primeras en abrir en toda la cordillera supone un acicate. Esa carrera parece ganada por Alto Campoo (Cantabria), que pretende abrir desde ya.
En principio la apertura sería parcial, de fines de semana y festivos, hasta que comience oficialmente la temporada, el 30 de noviembre. Se restringiría a dos telesillas y a las pistas de Brañillín (de 390 metros) y Valle del Sol (200 más), al menos hasta el próximo día 10, cuando está programada la incorporación del resto de personal de la estación. La utilización de Fuentes de Invierno se habría descartado por su alto coste. La Dirección General de Deportes dará hoy una rueda de prensa para precisar su plan y hasta entonces eludió dar rango oficial a la novedad.
«De confirmarse sería una gran noticia porque además podríamos aprovechar el día 9, que es la Almudena, festivo en Madrid, un mercado muy importante; adelantarnos cuando hay tantas ganas de nieve atraería a mucha gente», aplaude Luis Núñez, presidente de los empresarios turísticos del Caudal.
El esquí pone el epílogo a un temporal que ayer remitió definitivamente. La cota de nieve, situada en los 1.300 metros de altitud, todavía remontará hoy hasta los 2.000, si bien el pronóstico de la Agencia Estatal de Meteorología es de precipitaciones generalizadas a última hora. De los 18 puertos que estuvieron cortados, solo quedaban anoche dos, el Connio(Cangas del Narcea) y Ventana (Teverga). En Laviana, Quirós y Riosa los puertos de la Colladona, la Cobertoria y el alto del Cordal estaba abiertos, pero requerían cadenas.
La buena nueva la aportaron los trabajadores de EdP que, con el apoyo de militares y bomberos, repusieron el fluido eléctrico a los últimos 500 afectados por el apagón, todos en Somiedo. Es uno de los frentes donde estuvo la Unidad Militar de Emergencia (UME), que ayer se retiró de la región. «Tenemos una vocación de servicio inmensa y que se nos active es muy positivo, sobre todo para ayudar a la población; cuando llegamos había cierta desesperación entre el personal local», confiaba el capitán David Martín. Ver la llegada de los uniformados tranquilizó a los afectados.
El trabajo de los 112 hombres tuvo varios frentes. En Teverga abrieron el puerto de Ventana, despejando la vía hacia Villamayor, que estaba aislada por los troncos y ramas caídos en tres kilómetros. «Lo que en un principio se creía imposible en un día se ha logrado terminar», comentaba el oficial al mando. Otra sección mejoró las condiciones de la calzada hacia Leitariegos, desatascando el acceso a Veldebueyes (Ibias).
Entre Degaña y Cerredo otra zona muy obstaculizada cedió al trabajo de los militares durante la tarde. Antes de replegarse, el capitán hacía balance: «No ha habido una situación de emergencia muy desesperada, aunque veníamos preparados para ello; había un gran nivel de incomunicación de vías, pero no tuvimos que atender necesidades humanitarias».
A las 18.36 el Principado rebajaba el plan de nevadas a su nivel de vigilancia. «Se desmovilizan los medios extraordinarios, en este caso la UME, que siempre está cuando se la necesita», explicaba Guillermo Martínez, portavoz del Principado. El motivo es la relativa recuperación del fluido eléctrico y las principales carreteras, si bien se solicita extremar las cautelas «porque hay muchos árboles caídos aún en la red», admitió.
La precaución es doble en Picos de Europa. La dirección del parque avisó ayer de que existe «riesgo muy alto de aludes» en los tres macizos, a partir de los 1.300 metros. El peligro afecta «también a algunas vías rodadas de acceso, particularmente en las zonas habituales de aludes en los accesos a Sotres y Treviso», precisó.
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