Que las noches son frías en Tolibia de Arriba lo saben bien en los Argüellos. Que el invierno se hace largo en Joarilla de las Matas está claro para los vecinos de Tierra de Campos.
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Sin embargo, la vida en estas localidades no ... es tan diferente a lo que se puede ver en ciudades. Sus habitantes siguen teniendo el mejor de los refugios en el bar, donde se solucionan los problemas en una partida de cartas, y el frío de las noches de invierno se apaga con una buena estufa.
Cien kilómetros separan a ambas pueblos que, sin embargo, comparten un mismo problema: no tienen quién se haga cargo de su bar.
Tolibia de Arriba
Tolibia de Arriba pertenece al municipio de Valdelugueros. Enclavado en plena montaña, esta localidad encontró hace dos años a una chica que estuvo dispuesta a hacerse cargo del bar, pero por problemas personales lo tuvo que cerrar.
«Ahora nos encontramos como al principio», lamenta Mari, de la junta vecinal. Asumiendo que las circunstancias cada vez son más difíciles, necesitándose camareros «en muchos sitios», han sacado una oferta para que quien quiera pueda alquilar el teleclub por solo 50 euros al mes. «Por ese precio tienes la opción de emprender algo y tener un negocio».
Poca gente queda en invierno en esta pedanía, donde apenas quedan seis casas abiertas durante todo el año; algo que contrasta con la llegada de familias a su segunda residencia en verano. «Aunque no vivamos mucho, aquí tenemos actividad -la estación de Riopinos es un buen atractivo para turistas-». Y cuentan con el ejemplo cercano del Bar la Escuela, en Tolibia de Abajo. «Allí están a tope, nos piden que abramos para ver si pueden repartir la gente y que algunos vengan para aquí».
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Y es que en la zona la vida también transcurre en los bares. En Lugueros tenían dos abiertos que han cerrado por jubilación de sus dueños, no por falta de gente. Por ello invitan a gente de la zona, con arraigo, o dispuesta a vivir en el mundo rural a coger el que en su día fue llamado Bar Cudero, con un coste de solo 50 euros al mes.
Joarilla de las Matas
En el pueblo de Joarilla de las Matas se quedaron sin bar tras la covid-19. LA última persona que lo tuvo se jubiló. Ahora han habilitado el local y en abril lo sacaron a subasta y no recibieron ofertas.
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Pero no han cejado en su empeño. Tras dar el salto a los medios de comunicación, presentaron unas condiciones muy asequibles para el arrendatario: tener su propio bar por 500 euros al año. La experiencia en la hostelería y estar censado en el municipio también sumará puntos.
Cristina es la encargada de promover la oferta que realiza el Ayuntamiento. Son un municipio de tres pueblos y se da la paradoja de que los dos más pequeños -San Miguel de Montañán y Valdespino de Vaca- tienen el bar abierto, mientras que la cabecera no. «Si vas a cualquiera de esos pueblos, la mayoría de gente somos de Joarilla. Somos gente de bar, de partida todos los días, de café todos los días... es una oportunidad de negocio».
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Además, se comprometen a facilitar un alquiler asequible si alguno de los interesados está dispuesto a quedarse a vivir en el municipio, que cuenta con casi 300 habitantes censados. «Solo pedimos que quieran trabajar y les guste el medio rural».
En las próximas semanas volverán a licitar el contrato. Y, según explican, hasta el momento han recibido varias llamadas interesándose por hacerse con el local.
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