Adiós Pano, adiós amigo

Pano lo fue todo en la política provincial. Gobernó la diputación con sabiduría sin ser presidente. Lo hizo con José Antonio Díez, con Javier García Prieto y lo volvió a hacer con Isabel Carrasco. Tenía la provincia en la cabeza y su dedicación durante años no tuvo otro norte que redimir a esta tierra maltratada desde el trabajo humilde del alcalde de pueblo. Fue fundamental en tiempos difíciles ya olvidados, porque en esta provincia nuestra la dificultad se ha convertido en norma, las malas noticias se suceden de la mano y los malos tiempos han dejado ya de ser noticia.

Sería interminable la lista de aciertos en su labor política, su empeño en sacar adelante la comarca de Cuatro Valles, la lucha por que funcionara el 'Plan del carbón', la pelea constante por los Planes Provinciales de la Diputación, su buen hacer con alcaldes y concejales, los viajes a Europa a defender unas cuencas agonizantes… y todo ello desde la discreción, la humildad y la honradez. Cuánto han cambiado los tiempos.

Siempre le agradeceré las largas conversaciones, los días de pesca, las partidas de mus, su amistad, su ayuda en tantos momentos, su ejemplo impagable que debe ser simiente para tantos hombres honrados que hay en nuestra tierra y deben acercarse a la política, como él lo hizo, para defender esta provincia huérfana desde la labor imprescindible de los pequeños ayuntamientos.

Para su mujer, Mari, y sus hijos el abrazo en estos momentos duros. Para él, el recuerdo imborrable y espero que el reconocimiento que las instituciones provinciales deben a un hombre ejemplar.

Adiós amigo. Allá donde estés descansa en paz, te lo has merecido.