inés santos
Viernes, 7 de abril 2017, 13:54
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Don Carlos de Francisco renuncia a su cargo como párroco de Vilecha, Torneros y Ribaseca. La Diócesis de León ha enviado un comunicado por medio del cual informa de que este jueves «el citado párroco ha presentado la renuncia a su cargo».
Tras el revuelo ... que se había montado, principalmente en Vilecha, Don Carlos ha cesado ya en sus obligaciones pastorales en las parroquias de las que hace un año se hacía cargo.
Los vecinos de Vilecha alzanban la voz estos días tras un año «aguantando» la actitud despótica del párroco de la localidad leonesa. Desde hace poco más de un año, por temas estructurales en la Diócesis de León, Don Carlos de Francisco fue destinado a las parroquias de Vilecha, Torneros y Ribaseca. Ahora, tras su renuncia, el obispado se encuentra «en la búsqueda de una solución» para que estas parroquias puedan ser «atendidas adecuadamente, teniendo en cuenta las dificultades reales que existen, debido al envejecimiento del clero y a la escasez de vocaciones».
La tranquilidad en la localidad de Vilecha apenas duró un mes, cuando el nuevo párroco comenzó a tomar medidas que nada tenían de lógicas. Una de sus primeras acciones fue retirar todas las flores artificiales que decoraban los altares de la Iglesia, aún a día de hoy los vecinos se siguen preguntando el motivo. Y este es otro de los problemas, los feligreses aseguran que tenía una «actitud despótica y muy poco cristiana». A este respecto, la Diócesis de León ha lamentado «la situación creada en la parroquia».
Los vecinos de Vilecha habían convocado una manifestación para este domingo a las 12:30 horas a las puertas de la Iglesia, que ya no será necesaria tras la renuncia de Don Carlos. Antes de llegar a estos extremos algunos feligreses intentaron razonar con él algunas de las decisiones tomadas, pero «si hablas con él contesta que hace lo que le da la gana».
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Ante las amenazas de la localidad de manifestarse hasta llegar a una solución, este jueves el párroco de Vilecha ha renunciado a su cargo. «El cura asegura que él administra la Iglesia y lo hace como le da la gana», explicaba uno de los vecinos este jueves antes de conocer la decisión que el cura de la localidad había tomado.
«La Iglesia patas arriba»
Los feligreses critican que desde que Don Carlos ha llegado al pueblo «ha puesto la Iglesia patas arriba». En el Concejo celebrado en la localidad los vecinos han sacado a la luz el descontento con todos los cambios que en tan sólo un año ha realizado el párroco.
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«Todo le molesta, todo le estorba y se ha gastado el dinero de la parroquia en cortar los bancos a la mitad», criticaron en el Concejo algunos de los vecinos. Y esa ha sido una de las medidas que más revuelo ha causado.
Diego Lorenzana, alcalde de la localidad, explica que cuando llegó al pueblo «me pidió dinero del Ayuntamiento para cortar los bancos, yo no se lo di y al final no sé qué ha hecho». Algunos vecinos creen que los ha cambiado por otros de menor valor, otros de los feligreses piensan que los ha cortado con el dinero de la Iglesia, pero todos coinciden en que ha sido una acción sin ningún sentido. «Todavía no sé porque lo ha hecho, si para cambiarlos de lugar o qué, pero siguen en el mismo sitio», asegura uno de los vecinos de Vilecha.
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Sin procesiones en Semana Santa
Pero no son sólo los cambios estéticos los que han provocado esta situación. Este año no habrá comuniones ni Vilecha, ni Torneros, ya que Don Carlos ha rechazado dar catequesis a los niños y tienen que desplazarse a otra localidad. «Puso un papel en el tablón de anuncios, que no daba catequesis», a la nota le acompañaba, en esta ocasión sí, un motivo. «Dice que como los padres no acompañan a los niños a la catequesis él no la da», explicaba un vecino.
Pero esta situación no es nueva y ya se vivió en Matanza de los Oteros y posteriormente en Almanza. En el segundo municipio Don Carlos quiso acabar con la semana santa de la localidad, lo que hizo que los vecinos empezasen a movilizarse hasta conseguir su traslado.
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«Decía que él no estaba en la Iglesia para hacer procesiones», recuerda un vecino de Almanza. Pero no fue el único problema, ya que en la parroquia comenzaron a desaparecer objetos de valor que acusan podrían haber sido robados. En esta localidad acabó convirtiendo la Iglesia en «una dictadura» hasta que los vecinos lograron ponerle fin.
En Vilecha ya parafrasean a Don Quijote, con la Iglesia hemos dado, amigo Sancho, para reflejar una situación que mucho se acerca a las historias que Cervantes contaba más que a la actualidad de una pequeña localidad leonesa.
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