Los túneles de la rampa de Pajares, una catarata

Colectivos de la zona temen por la seguridad de los convoyes que transitan por la rampa, ya que sospechan que el Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif) ha reducido al mínimo las labores de mantenimiento del trazado, a la espera de la entrada en servicio de la variante de Pajares, cuando lo cierto sería que se precisaría de una importante inversión para mantener la línea en perfectas condiciones.

Hay que tener en cuenta que la rampa de Pajares, de 42,7 kilómetros de longitud, fue inaugurada el 15 de agosto de 1884 y desde entonces apenas ha sufrido variaciones en su trazado, más allá de algunas obras de reparación de estructuras y mantenimiento. Sus 70 túneles cuentan con 133 años de antigüedad y precisan de un continuo mantenimiento debido, sobre todo, a la cantidad de manantiales subterráneos que existen en toda la zona y que se filtran hacia el trazado ferroviario.

El mal estado que presentan estos túneles salen a la luz unos meses después de que se produjeran dos accidentes en este centenario trazado. El 30 de septiembre fue un Alvia procedente de Barcelona el que se salió de la vía en el túnel de Loma del Asno, sin que se registraran heridos entre sus 78 pasajeros, pero el 9 de diciembre fue un mercancías el que sufrió un nuevo descarrilamiento. En esa ocasión, un convoy de la empresa Comsa Rail se salió de la vía cerca de Casorvida y taponó, a su vez, el ramal por el que circulaban los trenes Alvia y de Cercanías de Renfe