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Jueves, 11 de agosto 2016, 10:30
Eran aproximadamente las 3:20 de la madrugada cuando Santiago Vicente decidió coger el coche para volver a Madrid, tras pasar unos días de tranquilidad en Valderas, el pueblo de sus padres. En la capital esperaba su trabajo como cabo del Ejército de Tierra, ... en el Regimiento de Transmisiones 22 de Pozuelo de Alarcón. Aquel 11 de julio, la vuelta a casa no sería como siempre: «Me gusta volver de madrugada, pero aquella noche me percaté de que había fuego en el corral de una casa, por lo que avisé a la Guardia Civil, que ya se encontraba de camino», comenta el cabo Santiago en conversación con leonoticias.
No tardaron mucho en percatarse de que del interior salía una voz lastimera. Fue en ese momento en el que tanto él como los agentes de la Guardia Civil buscaron la manera de acceder al interior: «Hicimos un hueco en la puerta y nos metimos a sacar a la persona que hubiera dentro. Yo solo podía pensar en sacarlo, cualquiera en mi lugar hubiera hecho lo mismo», asegura Santiago Vicente, quitándole mérito a la hazaña.
En el interior un hombre de edad avanzada les recibió con una linterna y notablemente asustado: «Estaba aturdido por el humo y nos decía que no quería salir, porque quería recuperar algunos objetos y animales que estaban en la casa». A pesar de la negativa lograron llevar al varón hasta un lugar seguro. Ahora, un mes después de aquel capítulo, el cabo Vicente no duda en que «lo volvería a hacer si me viese en la misma situación».
Las felicitaciones se han repetido durante las últimas semanas, y el móvil no deja de recibir llamadas en las que ve reconocido un acto que Santiago ve con normalidad. «Yo no podía dejar que él se quedara allí dentro desde el mismo momento en el que oímos sus gritos», comenta.
Un reencuentro entrañable
Santiago Vicente ha podido volver a Valderas e incluso ha vuelto a coincidir con el hombre al que sacó de las llamas: «Le pregunté que si me reconocía y me respondió 'sí, tú eres el que me salvaste la vida», asegura emocionado el cabo. Igualmente, espera poder reunirse con los agentes de la Guardia Civil con los que compartió aquellos momentos, confiando en encontrarse «y poder tomar algo, evitando que sea en una situación parecida», como comenta jocoso.
Y es que para el cabo, sin la actuación de los dos agentes de la Guardia Civil que estuvieron esa noche, «nada de esto sería posible, ellos fueron magníficos, dirigieron todo con gran decisión, prudencia y exactitud. Yo solo fui un ayudante más al igual que todo el que estuvo participe, ellos fueron el 90 por ciento de que el desastre no fuera a más, el otro 10 lo haríamos los demás». El militar quiso así recalcar la labor diaria de la benemérita, «no siempre tan reconocida como se merece».
No todos los héroes llevan capa, y Santiago Vicente, un cabo con origen en Valderas, recordará para siempre aquella noche en la que volvía para Madrid.
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