Denuncian el abandono de una decena de menores que sufrieron una indisposición en un campamento de verano

Es la grabación que realizaron varios padres de otros menores y que en ese momento se encontraban en el centro de ocio de Valencia de Don Juan, hasta donde los participantes en este campamento ubicado en La Vecilla se habían desplazado.

Vista la situación fueron ellos quienes «ante lo que considerábamos una situación grave» decidieron llamar al 112 para solicitar ayuda para los pequeños. Lo hicieron, según ha reconocido uno de los testigos, pese a que los «monitores se dejaron ver visiblemente molestos porque se les recriminaba que no atendieran de forma correcta a los niños».

Las llamadas a Emergencias para reclamar ayuda y la descripción de la situación propiciaron que incluso un médico de este servicio solicitara vía telefónica conversar con los monitores responsables para darles las primeras indicaciones.

Sin embargo «y de una forma incomprensible», según los denunciantes, una monitora se negó a hablar con los responsables médicos mientras que según advierten «la situación empeoraba».

La situación llegó a tal punto que los denunciantes de este caso optaron por llamar a la Policía Local de Valencia de Don Juan. Y fue «la presencia de los agentes la que hizo que los monitores se espabilaran un poco y prestaran más atención a los menores».

Finalmente dos de los menores fueron trasladados en ambulancia al ambulatorio de Valencia de Don Juan y otra decena acudieron al centro de urgencias de La Vecilla tras regresar de la capital coyantina.

La empresa habla de atención correcta

Por su parte la empresa responsable del campamento, Gamusín Tiempo Libre, ha negado que la situación resultara tan grave. Ha advertido que los menores afectados apenas «fueron tres» (las imágenes muestran un número más elevado) y que «después el número fue aumentando en el autobús cuando estábamos de regreso a La Vecilla».

Para la responsable de la empresa y del campamento el alarmismo de los adultos presentes en la piscina de Valencia de Don Juan provocó que la atención a los menores se complicara más de lo debido.

«Llamaron al 112 dando datos falsos de los menores porque no sabían la edad y nos negamos a hablar con el 112 porque ya estábamos hablando con Cruz Roja y se seguían sus recomendaciones».

La empresa reconoce que «bien por un virus o como algunos dicen por el agua del pueblo» efectivamente se ha producido un cuadro de indisposición entre los menores en el campamento pero se ha evitado dar a conocer el número de afectados «por la Ley de Protección de Datos».