Embutidos Rodríguez 'vuelve a la vida' con paso lento y a la espera de soluciones definitivas

No tardaron en llegar las primeras condolencias y palabras de ayuda de las instituciones, pero hasta el momento solo eso, palabras, es lo que han recibido los propietarios y trabajadores autónomos (un 80% del total) que quedaron completamente desprotegidos ante la pérdida de su puesto de empleo.

Una de las primeras autoridades en visitar la factoría cárnica fue la consejera de Agricultura y Ganadería, Milagros Marcos, quien, desde el primer momento, aseguró que Embutidos Rodríguez recibiría «el mismo trato» que la fábrica de Campofrío en Burgos. Los propietarios de la fábrica, Isaac y Miguel Rodríguez, mantuvieron el lunes posterior al incendio una reunión con los trabajadores. En ella, quisieron dejar claro que todos estaban « en el mismo barco» y se comprometieron a volver a levantar la fábrica y buscar una solución para los empleados.

Las primeras medidas de apoyo para los autónomos no se hicieron esperar y las cuotas de mayo de trabajador por cuenta propia y de la cooperativa fueron anuladas. Además, si se acogían a la excedencia planteada por la empresa, verían suspendidas las cuotas sucesivas hasta que recuperaran su trabajo.

Cooperativistas

Estos trabajadores tienen programada la esta semana una reunión con la cooperativa, Servicarne, en la que se tratará de esclarecer su futuro y la posible recolocación en otras fábricas del sector, fuera de la provincia de León. Los trabajadores fijos, los que más años llevaban en la histórica planta, pudieron incorporarse a las áreas de producción de la fábrica que permanecen en pie: secadero y fábrica de embutidos. A día de hoy, la gran mayoría ya se encuentra trabajando, ya que una zona funciona al 100% y la otra se encuentra casi a pleno rendimiento.

Además, Embutidos Rodríguez conseguía la pasada semana alcanzar un acuerdo con mataderos de Castilla y León para recibir materia prima y que la fábrica continuara con su actividad. La planta leonesa era la única de la provincia que contaba con un matadero de cerdos, por lo que los ganaderos de León tienen ahora problemas para recolocar sus cabezas porcinas y las pérdidas podrían alcanzar los 65 millones de euros, cifra que facturaban anualmente gracias a la factoría cárnica.

Embutidos Rodríguez iba a firmar un convenio con China, el jueves posterior al incendio para la exportación de un gran lote de productos al continente asiático. La operación tuvo que ser suspendida tras el siniestro al no poder garantizar el suministro de la mercancía comprometida con esta zona del mundo. Esta ha sido una de las mayores pérdidas para la factoría, ya que dan por anulado un contrato que hubiera sido millonario.

A la espera de ayudas

El compromiso de las autoridades de los primeros días no ha dado fruto de momento en forma de ayudas o subvenciones. «No hay nada concreto, esta gente va lenta», asegura la propiedad de la fábrica, que la semana que viene mantendrá una reunión con técnicos de la Junta para volver a tratar el asunto y empezar a tomar decisiones en firme. «Tienen que estudiarlo todo», explica uno de los dueños de la fábrica.

Los que sí mostraron su aproyo fueron los ayuntamientos colindantes a la zona donde se ubica la fábrica. Desde La Bañeza, localidad cabecera de la comarca, se ha prestado todo tipo de asesoramiento jurídico a los empleados de Embutidos Rodríguez para avanzar en forma de derechos laborales y evitar «que se quedaran sin nada». El Ayuntamiento de Soto de la Vega ha comprometido toda la ayuda posible «dentro de la legalidad» para volver a levantar la fábrica.

Los seguros de la fábrica tampoco se han podido ejecutar a la fecha, ya que las labores de investigación del origen y la causa del incendio continúan. La Policía judicial lleva casi dos semanas trabajando sobre el terreno y, de momento, « todo hace indicar que el fuego se produjo de forma fortuita», asegura Isaac Rodríguez, pero todavía no existe un informe que así lo confirme.

Desde hace una semana, una contrata trabaja en labores de demolición y desescombro de la zona del matadero, una de las más afectadas, pero cuya estructura quedó en pie tras el control y extinción del fuego. Estas operaciones podrían prolongarse durante los próximos dos o tres meses, según aseguran los propietarios.