Ciñera, un pueblo en liquidación

Y en primer lugar, sus viviendas. Hasta 128 viviendas unifamiliares, levantadas en su día para dar cobijo a las familias de los mineros, saldrán a la venta en el corto plazo arrastrada por el desmoronamiento de la empresa.

Junto a estas viviendas levantadas en los años 50 y en muchos casos muy deterioradas por el paso de los años se colgará el cartel de 'se vende' a una docena de pisos.

«Por humanidad»

«La mayoría de estas viviendas están habitadas por personas muy mayores, que tienen una pensión ridícula y por familias que hoy no tienen ingresos fijos porque trabajaban en la mina que se ha cerrado», se advierte desde la propia localidad.

El segundo problema es que la venta de las viviendas no será 'directa' a sus inquilinos sino que cabe la posibilidad de que formen parte de un 'paquete' y por lo tanto sean tratadas como unidad ante inmobiliarias de ámbito nacional. A todo ello se suma el precio. En su día la empresa liquidó algunas de estas viviendas por poco más de 6.000 euros y hoy el precio mínimo fijado es de 30.000 «para casas que tienen las ventanas de madera por las que entra un frío que pela y donde el agua aún pasa por las cañerías de plomo», recuerda Nuria Diaz, mujer del carbón, número 2 y candidata por el PSOE al Senado.

Este lunes y en una nueva reunión los vecinos han decidido unirse a una plataforma con el fin de poder llegar a un acuerdo con la administración concursar además de pedir «por humanidad» que no se deje en la calle a familias que hoy necesitan estas casas para poder tener un techo que les aísle del frío y del calor.

Todo el pueblo

Las viviendas son el problema más 'humano' de la situación que se ha generado por el proceso de liquidación de La Vasco, pero no es el único.

Junto con ellas está en venta «todo el pueblo, porque este pueblo lo hizo Franco cuando expropió los terrenos para levantar los barracones para los mineros».

En breve también saldrá a la venta el inmueble en el que se encuentra el centro médico, el inmueble en el que está el supermercado de la localidad, y con ellos los terrenos del campo de fútbol de 'Santa Bárbara', aquel en el que se jugaron tantos partidos de Tercerra División e incluso donde se celebró un ascenso a Segunda B, y las piscinas.

Ciñera es hoy un pueblo en venta, en liquidación. Se trata de una situación absolutamente excepcional en los procesos liquidadores por quiebra de empresas pero como recuerda Nuria Diaz lo «terrible es que aquí no hay sentimiento ninguno así que otra vez lo único que nos queda es la unión y llegado el momento, la lucha».