Hallan un punzón de 4.000 años de antigüedad en el interior de una cueva de Cabrales

La comarca del Oriente de Asturias es una fuente casi inagotable de yacimientos prehistóricos. Hay numerosas cuevas en las que hubo ocupación humana, entre las que destacan las de Tito Bustillo, El Pindal, el Buxu o Coímbre por el arte rupestre que decora sus paredes. Pero estas no son las únicas, ni mucho menos. De hecho aún existen cuevas en la comarca casi desconocidas y que pueden aportar información sobre la población que las ocupó hace miles de años.

Dentro de este último grupo está una cavidad situada en el entorno de la localidad cabraliega de Arangas donde ha aparecido «un objeto metálico» de 4.000 años de antigüedad. Concretamente de cobre, de tono verdoso y que se asemeja mucho a un punzón. Pablo Arias, catedrático de Prehistoria de la Universidad de Cantabria, estuvo durante las pasadas jornadas visitando esta cueva apenas conocida. Tan poco se sabe de ella que prácticamente solo se puede apuntar el nombre con el que ha sido bautizada, La Jerra el Teyeru.

«Se trata de una cueva que no era conocida. La encontraron tres vecinos, Francisco José Gutiérrez Díaz, Basilio Fernández Gutiérrez y Álvaro Saiz Calvo. Está en un monte muy cerrado por la vegetación y no es fácil dar con ella», explica este catedrático. En su interior, pero en la misma superficie, es donde ha aparecido este objeto metálico que va a ser analizado en más detalle para determinar su importancia arqueológica.

Lo que se conoce de él es que es de cobre y se estima que pudo haber sido fabricado 2.000 años antes de Cristo, aproximadamente, correspondiendo así a los inicios de la Edad del Bronce, tal y como indica Arias. Según apunta el catedrático, este hallazgo «tiene interés teniendo en cuenta que en Asturias no abundan los materiales metálicos» de esta época. Poco se sabe aún de este objeto. Se espera que los análisis a los que va a ser sometido permitan determinar su procedencia; por ejemplo, de qué mina se extrajo el material que le dio forma. Entre las posibilidades que se barajan, por su proximidad a Arangas, están algunas minas que se explotaron durante la Prehistoria como la Milagro, en Onís. Aunque tampoco se descarta que pueda provenir de las de Aramo (Riosa) o, incluso, de La Profunda (León). Los análisis permitirán por tanto concretarlo

En este entorno existen otros yacimientos, por lo que no se descarta que esta nueva cueva hubiese sido ocupada en el pasado por los mismos pobladores que habitaron otras cavidades del lugar.

Tampoco se conoce aún es si en este nuevo yacimiento se llevará a cabo una campaña de excavación en el futuro ni cuándo tendrá lugar ésta, si finalmente se realiza. Los expertos creen que puede tener «bajas posibilidades», y teniendo en cuenta que la pieza metálica hallada ha aparecido en la superficie, «lo más probable es que no haya nada más», sospechan. Pero antes habrá que esperar a conocer qué dicen los análisis a los que se va a someter esa pieza.

Por el momento, y tras ese primer análisis presencial realizado por Arias y parte de su equipo hace unas jornadas, este catedrático valora este nuevo yacimiento como «interesante». La aparición del objeto ha sido notificada a las autoridades y por deseo expreso de los descubridores será próximamente depositado entre las colecciones del Museo Arqueológic