Secciones
Servicios
Destacamos
Los titulares de los periódicos de Cáceres lo anuncian: Una DANA amenaza la feria que se organiza en la ciudad. Pero la realidad es que nunca llueve a gusto de todos y menos cuando el agua está meses sin caer poniendo en peligro cosechas y ... ganado.
Eso es precisamente lo que le ha ocurrido a José Manuel Sánchez, un pastor extremeño que movido por la necesidad «y porque es algo que siempre le oí a mi padre», no ha dudado en emprender el camino con sus 1.700 ovejas, 30 cabras y 12 perros en busca de la tierra prometida: Riaño tras ver como sus fincas se han convertido en un secarral mientras no deja de encarecerse el precio del pienso y de las materias primas.
Y el motivo no es otro que establecerse en la zona de Acebedo hasta finales del mes de septiembre «o lo que determine el clima» para poder tener agua y comida para sus ovejas. «He alquilado unos pastos porque en otro caso era imposible alimentar a las ovejas, no puedo gastar miles de euros en pienso», admite ya que durante toda la época estival lo previsible en Cáceres es que no llueva y, por tanto, no se genere pasto.
Según descuelga el teléfono lo primero que oye el interlocutor es el sonido de los cencerros y el acento característico cacereño para explicar que en total recorre 600 kilómetros con el fin de cambiar el paisaje de la dehesa extremeña por los Picos de Europa tras recorrer las provincias de Toledo, Ávila y Valladolid.
Cargado de ánimo asegura «que no está siendo tan duro como esperaba» aunque todavía le queda un mes de camino del cual recorre unos 20 kilómetros al día aunque también la climatología marca esta decisión.
No realiza solo este recorrido. Son un total de ocho personas entre su padre y sus tíos, todos ellos con más de 70 años de edad. Y es que además de buscar agua, José también busca recorrer el mismo camino que su padre y su abuelo hicieron en su época. «Lo he oído desde niño, que esa zona era preciosa y siempre he querido estar allí. Por eso, cuando vi que no había agua, no dude», destaca. Y es que el pastor, como tantos otros de su gremio, ha heredado la profesión familiar, «siempre me he dedicado a ello aunque independientemente desde hace 16 años».
Salieron el pasado 14 de mayo de su finca para emprender un camino a pie donde duermen al raso o en refugios de trashumancia para entrar en León por el Burgo Ranero hasta Acebedo.
Y así continuará José Manuel, siguiendo la práctica milenaria de la trashumancia, una forma de ganadería totalmente ligada a la naturaleza.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para registrados
¿Ya eres registrado?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.