Cómo asar castañas en casa

Es, sin duda, la opción más cómoda porque solo hay que disponer las castañas en una fuente y meterla al horno a 200 grados centígrados durante unos veinte minutos. Antes tiene, eso sí, que lavarlas y secarlas bien y hacerles un corte algo profundo que parta bien la cáscara y la piel.

Si lo hace, luego le será más fácil pelarlas. Es importante que no las coloque en la bandeja amontonadas, pues el objetivo es que se hagan homogéneamente. Transcurridos unos 10 minutos, deles la vuelta ayudándose de una espumadera. Un truco: después de darles el corte, déjelas en remojo durante unas horas en una salmuera.

Primero, se lavan, se secan ligeramente y se les hace el corte de rigor. Después, se meten en un recipiente apto para microondas con agua hasta que queden bien cubiertas. Ponemos el microondas a 800 watios de potencia y las dejamos cocinarse durante unos ocho minutos. Si son muy pocas, una docena, por ejemplo, bastará con tenerlas unos cuatro minutos. Cuando estén, las pasamos a un plato y las volvemos a meter al microondas a máxima potencia durante no más de 30 segundos.

Necesita una sartén castañera, es decir, agujereada en la base y una cocina de gas. Disponga las castañas (previamente lavadas, secadas y con el corte) en la sartén sin tapar y suba el fuego. Muévalas casi constantemente y permanezca atento a que se hagan por todas partes. Espere unos 20 minutos y las tendrá listas.

Si tiene vitrocerámica o cocina de inducción descarte la opción de la sartén castañera y apueste por una sartén vieja con tapa. Eche una gota de aceite y deje las castañas, tapadas, a fuego lento durante unos 25 minutos.