La Universidad de Barcelona investiga la muerte de un bioquímico que usó sustancias no autorizadas

La enfermedad de Creutzfeldt-Jakob es una forma de daño cerebral que lleva a una disminución rápida en el movimiento y pérdida de la función mental. Está causada por una proteína llamada prión, que provoca que las proteínas normales se plieguen de manera anormal, lo que afecta la capacidad de otras proteínas para funcionar, de acuerdo a la información de la Clínica Mayo. Los síntomas iniciales son falta de coordinación muscular, pérdida de memoria y confusión, similares a los de otras demencias, como el alzhéimer.

El científico fallecido, de 45 años, guardaba en un cajón reservado miles de muestras no autorizadas de pacientes y animales. Empezó a trabajar en el laboratorio en enero de 2018 como investigador principal con grupo propio y logró identificar, junto a su esposa, que se incorporó al mismo laboratorio, sustancias características en el líquido cefalorraquídeo útiles en el diagnóstico de demencias rápida. Pero pidió la baja en noviembre de 2020 tras comenzar a sentirse mal. En cuanto tuvo constancia de la situación, la Universidad de Barcelona decretó el cierre inmediato y la descontaminación del laboratorio 4141, ubicado en la Facultad de Medicina, en L´Hospitalet de Llobregat.