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Momento del despegue del cohete en Texas. Reuters

Ciencia | Espacio

El cohete Starship de Elon Musk, el mayor jamás construido, estalla en pleno vuelo

El primer intento de lanzamiento tuvo lugar el lunes y fue cancelado a 40 segundos de que acabara la cuenta atrás por un problema en una manguera de combustible

Jueves, 20 de abril 2023, 15:49

La nave Starship, de Elon Musk, elevó esta tarde su vuelo en el segundo intento que hacía la compañía Space X. Sin embargo, la alegría apenas duró cuatro minutos. El despegue se produjo en Texas a las 15.33 horas entre los vítores del equipo, ... pero los aplausos se vieron empañados cuando las cámaras captaron una bola de fuego. El cohete, de nombre Super Heavy, el más potente de la historia, había explotado justo cuando Starship, que un día llevará a los humanos a la Luna y a Marte, debía separarse del resto del artefacto.

Se había pasado ya el punto de máxima presión con éxito, cuando la bestia, de 120 metros y 33 motores en total, experimentó lo que el equipo de Musk ha llamado irónicamente un «desensamblaje inesperado». En este caso, la nave debía separarse de la primera etapa (el cohete) girando sobre sí misma, como quien desenrosca un tapón. Ahí es donde se produjo el fallo: no se han podido abrir las mordazas. Al mismo tiempo, al desviarse de la trayectoria planeada, se activó el sistema automático de terminación de vuelo, por lo que la deflagración no fue accidental, aunque sí imprevista. Por delante le quedaba un largo viaje a través de los océanos Atlántico, Índico y Pacífico para terminar en aguas de Hawai. Debía completar la ruta en 90 minutos, pero en menos de cinco había acabado su aventura.

Pese a todo, los responsables eludieron hablar de fracaso, sobre todo, porque evitar el peor de los panoramas contemplados: que la explosión tuviera lugar en la plataforma de lanzamiento. Asimismo, aseguraron que «con una prueba como esta, el éxito proviene de lo que aprendemos. Nos ayudará a mejorar la confiabilidad de Starship mientras SpaceX busca hacer que la vida sea multiplanetaria». Minutos después del estallido, el propio Musk se comunicó a través de Twitter con el equipo para felicitarles por su «emocionante» trabajo y les prometió una nueva prueba «en unos meses». También Bill Nelson, el administrador de la NASA, aplaudió el trabajo: «Cada gran logro a lo largo de la historia ha exigido cierto nivel de riesgo calculado. Tras un gran riesgo viene una gran recompensa».

Cuenta atrás pausada

Lo ocurrido este jueves en la localidad de Brownsville era una posibilidad con la que contaban todos los implicados en la misión. De hecho, Musk ya deslizó el pasado domingo que esto podía suceder. De la veintena de prototipos del Starship creados, la mitad habían acabado explotando o en llamas. Es más, apenas cinco habían conseguido elevarse hasta los 10 kilómetros de altura, y solo una vez, en la última prueba, se consiguió el aterrizaje con éxito. De ahí también que el mantra de la empresa sea 'Fracasa rápido, pero aprende más rápido'.

Este era el segundo intento de lanzamiento de la nave. El primero tuvo lugar el lunes y se paró a solo 40 segundos para que terminara la cuenta atrás. Un problema en una válvula de presurización, que se congeló, obligó al equipo a echar el freno. También en esta ocasión estuvo a punto de cancelarse a medio minuto del final, cuando los ingenieros pidieron una pausa para hacer unas comprobaciones con la presurización del propulsor y la segunda etapa del cohete. Curiosamente, un minuto después del despegue, las cámaras recogieron que solo 27 de los 33 motores estaban encendidos.

La prueba no será un fracaso para Space X, pero sí supone un pérdida considerable de millones de euros para la compañía. Aunque no ha ofrecido cifras exactas de cuánto costaba el cohete, en 2019, fuentes cercanas explicaron a la CNN que el desarrollo de Starship suponía una inversión de 2.700 millones de euros.

R. C.

El proyecto de Musk de fabricar uno de estas características se remonta a 2005, cuando buscaba poder poner en órbita 100 toneladas de carga. La capacidad de Starship es superior, alcanza las 150, y su tamaño supera tanto al Space Launch System y el Saturn V, ambos de la NASA, como al N1 soviético.

¿Retraso de la vuelta del hombre a la Luna?

También la nueva carrera espacial a la Luna se verá perjudicada por lo ocurrido en el cielo de Texas. La misión Artemis 3, que busca llevar al hombre a nuestro satélite 50 años después, en 2025, depende del desarrollo del Starship. La NASA tiene un contrato millonario con Space X para ello puesto que el vehículo que lleve a sus astronautas hasta allí será una versión modificada de la de Musk.

Asimismo, es posible que se posponga el viaje turístico de una semana del millonario japonés Yusaku Maezawa, previsto para este mismo año en la que será la primera misión civil a la órbita lunar. Se trata de una promesa que el nipón hizo a su novia en 2018 y al que ha invitado a seis personas más.

Por si esto fuera poco, el también dueño de Tesla y Twitter ha lanzado este jueves una velada amenaza de demanda contra Microsoft por el uso ilegal de datos de la red social para entrenar su modelo de inteligencia artificial.

33 motores

El Starship es una bestia desarrollada por Space X, la compañía del multimillonario Elon Musk, dueño de Twitter y de Tesla. Mide 120 metros de alto y nueve de diámetro. Y es clave para las futuras misiones de llevar astronautas a la Luna y a Marte.

El artilugio no solo rompe moldes por su tamaño o potencia, sino también porque las dos partes que lo componen, el propulsor y la nave espacial propiamente dicha- son reutilizables. Con ello se persigue abaratar costes. Musk ha llegado a afirmar que la nave podría lanzarse cada seis u ocho horas y el sistema de propulsión, cada hora.

Super Heavy es el nombre con el que ha sido bautizado este último. De 69 metros de altura, está formado por 33 motores alimentados con metano y se desgajará una vez fuera de la Tierra para caer en el Golfo de México. Las primeras pruebas de encendido tuvieron lugar el 9 de agosto del año pasado. Entonces solo entró en funcionamiento uno de ellos. En noviembre se encendieron 14 y hace poco más de dos meses, el pasado 9 de febrero, se encendieron 31 de los 33. Su potencia es cinco veces mayor que la del Falcon Heavy, el más potente hasta la fecha, que fue lanzado por el propio Musk en 2018.

La nave propiamente dicha se llama Starship -por extensión, da nombre a todo el cohete-. Con 50 metros de altura y nueve de diámetro, en ella irían los tripulantes y la carga útil, si bien en esta ocasión irá vacío. Tras nueve intentos que terminaron con el artilugio destruido, la primera prueba de vuelo que terminó con éxito fue en mayo de 2021. Entonces se elevó diez kilómetros y logró aterrizar intacta. Cuando esté en órbita, será impulsada por seis motores preparados para funcionar en el vacío.

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