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El 26 de septiembre, la NASA hizo chocar la sonda DART con el asteroide Dimorfo, que no suponía una amenaza para la Tierra, con el fin de comprobar si los humanos somos capaces de desviar la órbita de estos cuerpos celestes y proteger nuestro ... planeta en caso de que, en el futuro, se descubra uno que se aproxime peligrosamente hacia nosotros. Hasta hoy, se barajaban distintas posibilidades sobre las consecuencias del impacto, pero nadie sabía exactamente cuál sería el resultado de la operación, ni si la colisión tendría cambios notables en el asteroide.
En una rueda de prensa organizada este martes por la NASA, la agencia espacial estadounidense ha anunciado el éxito rotundo de la misión: el choque consiguió modificar la trayectoria del asteroide, lo que ha supuesto una reducción de su periodo orbital de unos 32 minutos. «Antes del impacto de DART, Dimorfo tardaba 11 horas y 55 minutos en orbitar su asteroide anfitrión, Dídymo, de mayor tamaño. Desde la colisión intencional, ese tiempo ha bajado a 11 horas y 23 minutos», ha anunciado Bil Nelson, administrador de la NASA.
Dicha medición tiene un margen de error de aproximadamente dos minutos, pero supera en unas 25 veces la previsión que tenían los astrónomos, cuya estimación era que el periodo orbital se viese modificado entre uno y diez minutos. El equipo de investigación todavía está adquiriendo nuevos datos a partir de las observaciones de telescopios terrestres situados en distintas partes del mundo, a fin de actualizar la medición y mejorar su precisión.
Asimismo, los astrónomos han podido observar que la superficie de Dimorfo es un cúmulo de escombros, lo que provocó que, tras el impacto, toneladas de roca del asteroide salieran disparadas hacia el espacio. Como consecuencia, una estela de 10.000 kilómetros de pequeños fragmentos flota ahora en el espacio, dando la sensación de que Dimorfo tiene tras de sí un resplandor similar al de los cometas, si bien esto tampoco representa un peligro para la Tierra.
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El retroceso producido por esta explosión de escombros mejoró sustancialmente el empuje de DART contra Dimorfo, de manera similar a lo que ocurre cuando el aire que sale de un globo hace que este se mueva en la dirección opuesta. «DART nos ha proporcionado datos fascinantes sobre las propiedades de los asteroides y la efectividad de un impacto cinético como tecnología de defensa planetaria», ha dicho Nancy Chabot, jefa de coordinación de DART en el Laboratorio de Física Aplicada (APL, por sus siglas en inglés) de la Universidad Johns Hopkins en Maryland (Estados Unidos). «Estamos abriendo nuevas ventanas hacia el conocimiento de cómo funciona nuestro sistema Solar», ha añadido Tom Statler, científico del programa de la Oficina de Coordinación de Defensa Planetaria (NASA).
Los astrónomos seguirán estudiando las imágenes de Dimorfo obtenidas por DART y con el mini 'reportero' italiano CubeSat (LICIACube, por sus siglas en inglés), de la Agencia Espacial Italiana, para obtener una estimación aproximada de la masa y la forma del asteroide. Más adelante, en 2026, el proyecto Hera, de la Agencia Espacial Europea (ESA), planea realizar estudios detallados de Dimorfo y Dídymo para analizar en detalle el cráter provocado por la colisión de DART y obtener una imagen más completa de las características de Dimorfo.
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