Científicos chinos clonan a un macaco con una técnica parecida a la de 'Dolly'

El equipo de la Academia China de las Ciencias en Shanghái que lo ha logrado es el mismo que en 2018 consiguió clonar dos ejemplares de otro tipo de macaco. Por entonces mostraron imágenes de los animales saltando y jugando alegremente, una imagen que ocultaba la poca eficiencia de la técnica utilizada, la misma que permitió la creación de la mencionada 'Dolly': de los 109 embriones creados, transfirieron 79 a 21 hembras y solo se lograron seis gestaciones.

A grandes rasgos, lo que se hizo entonces es transferir el núcleo de una célula de un ejemplar al clónico. La novedad con 'Retro' ha sido doble. Por un lado, se emplearon técnicas epigenéticas -si pensamos en el ADN como una orquesta, la epigenética sería el director que indica qué músico tiene que tocar en cada momento- para mejorar la programación de los núcleos celulares. Por otro, aplicaron un método dirigido a disminuir los problemas en el desarrollo de los embriones tras su implantación. El resultado no fue mucho mejor que hace unos años: de los 113 embriones solo uno llegó a término.

A lo largo de los últimos años se han clonado, además de ovejas y macacos, vacas, ratones, cerdos y cabras, entre otros animales. La polémica en este caso -y en el de hace seis años- viene dada por tratarse de un primate, muy cercano a nosotros, lo que despierta lo temores hacia la clonación humana. El 12 de enero de 1998, el Consejo de Europa aprobaba la primera norma internacional que prohibía la clonación de seres humanos. Lo firmaron 19 países, España entre ellos. Ian Wilmots, uno de los creadores de la conocida oveja y que falleció el año pasado, el científico se opuso a la clonación humana por, entre otros motivos, «los problemas psíquicos que podría sufrir una persona si descubre que es copia de otra». Los padres de 'Retro' defienden que el empleo de monos es «esencial» en la investigación médica.

«Tardamos 21 años para trasladar el método de clonación de la oveja 'Dolly' a un primate no humano, y seis años más para que (el mismo equipo) consiguiera clonar otra primate, con eficiencias paupérrimas. Esto demuestra lo difícil que es aún clonar primates. Todo ello ilustra cuán técnicamente inviable, innecesario y éticamente injustificable además de ilegal sería intentar clonar un ser humano, algo que se anticipó en 1997 pero que no sucedió», ha señalado Lluis Montoliu, vicedirector del Centro Nacional de Biotecnología (CNB-CSIC).