«Algunas tradiciones pierden fuerza: los tiempos son otros»

Nuestro pueblo debe su nombre a su repoblador, Martín Miguel, del que dicen era «un caballero castellano al que por su actitud valerosa, le fueron otorgados tierras y derechos». Esas tierras y la ganadería siguen siendo nuestro medio de vida principal y es por eso que San Isidro, es una de las fiestas que seguimos conservando. En este caso, se organizan dos procesiones, una el mismo día del santo, el 15 de mayo, y otra el fin de semana siguiente en la que se aprovecha para reunirse más gente. El alcalde, designado por la cofradía, es junto con los mayordomos, el que dispone la organización de los actos, entre los que se incluyen procesión los dos días, bendición de campos o un refresco.

Los vecinos del pueblo reparten su devoción entre el patrón de las gentes del campo y San Bartolomé, pues se aprecia mucho sentimiento cuando honramos al patrón del pueblo el 24 de agosto.

Algunas tradiciones van perdiendo fuerza porque los tiempos son otros y en el caso de las matanzas, organizamos desde hace años una popular para que los jóvenes sigan teniendo presente cómo era ese trabajo en las casas. La fiesta tiene lugar sobre el 2 de febrero, Las Candelas, pero la adaptamos en función de los exámenes de los estudiantes para que así, todo el mundo pueda disfrutar, pues en pueblos pequeños, es de lo que se trata.

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