Visita a las instalaciones de Ibermaq / Fran Jiménez

Ibermaq comparte el reto de emprender con los alumnos del colegio Lourdes de Valladolid

39 estudiantes de Bachillerato recorren las instalaciones de la empresa y conocen las dificultades del inicio de un proyecto

Javier garcía Escudero

Jueves, 15 de diciembre 2016, 13:54

«Les enseñamos nuestra realidad, el día a día de una empresa. Y también les transmitimos un mensaje de ilusión. Uno de los caminos más atrayentes que existen es el de empezar a crear tu propio proyecto empresarial desde cero, el recorrer tu propio camino ... siempre es muy bonito», afirma con énfasis Diego Gómez, socio de Ibermaq Bienes de Equipo junto a Fernando Rubio y Javier Varela.

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Los tres fundaron en octubre de 2009 la compañía ubicada en el polígono industrial de La Mora, en la población de La Cistérniga (Valladolid), después de que cerrara Govimar, la empresa en la que trabajaban y decidieran iniciar ese camino ilusionante, que hasta ahora han sabido recorrer con éxito.

Esa experiencia y las lógicas dificultades que ha conllevado fueron compartidas ayer con 39 alumnos de 2º de Bachillerato del colegio vallisoletano de Nuestra Señora de Lourdes, participantes en la actual edición del programa STARTinnova, organizado por El Norte de Castilla para fomentar el espíritu emprendedor entre los jóvenes de la comunidad autónoma y que cuenta con el patrocinio de la Junta de Castilla y León, la colaboración de la propia Ibermaq, la Diputación de Segovia y los ayuntamientos de Valladolid y Palencia y la Fundación Michelin como entidad mentora.

Los estudiantes son plenamente conscientes de que necesitan salir de las aulas y recorrer instalaciones industriales como las de Ibermaq para que la teoría que aprenden en la asignatura de Economía puedan contrastarla con las evidencias palpables de una empresa en funcionamiento. «Estas visitas son muy interesantes. Lo que vemos en clase lo podemos después comparar de una manera práctica en las empresas. Aquí ves lo que te vas a encontrar en la vida real», coinciden en afirmar los alumnos Laura Vaquer y Pablo del Villar, quienes no descartan en convertirse algún día en dos emprendedores.

Una salida laboral

«Aunque puedas encontrar un empleo, también existe esta posibilidad de tener una idea empresarial e intentar llevarla adelante. Es una salida laboral, y ser emprendedor te ayuda además a tener mayor creatividad, a buscar ideas que otros no tengan», agregan los dos estudiantes mientras recorren unas naves industriales repletas de robots, brazos mecánicos y componentes electrónicos.

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El colegio Lourdes se halla plenamente inmerso en el programa STARTinnova, y una de las mayores cualidades que encuentran sus profesores en su desarrollo es la posibilidad de conocer en primera línea la experiencia de empresas y empresarios. «Los alumnos se ven obligados de esta manera a pasar a la realidad, a comprobar que esos conceptos que estudian tienen una aplicación concreta. La parte teórica que trabajamos en clase se completa aquí con la práctica. Hay que planificar, los ingresos y gastos de los que hablamos en la asignatura toman en las empresas visitadas una dimensión real», explica por su parte Javier Sánchez, profesor de Economía en el centro vallisoletano.

Una verdad que ayer les relataba con crudeza, pero también con gracia, el empresario Diego Gómez al explicar a los futuros emprendedores cómo se puede financiar un proyecto que nace y la inevitable pelea con los bancos. Pero les dejó un consejo: «Id siempre con ilusión y con la verdad por delante».

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88 empleados y nuevos proyectos para 2017 El año que termina ha sido un buen ejercicio para Ibermaq, una compañía que se dedica al diseño, fabricación y montaje de máquinas especiales y de bienes de equipo y a la automatización de procesos destinados al sector industrial. El grupo ha crecido en 2016 con otras dos empresas: Tecnorobotics (robótica) y Efi formación). La exportación también forma pare de su éxito. «En enero próximo saldrán hacia México unas máquinas que hemos fabricado para la industria auxiliar de la minería, en concreto para la extracción de zinc», explica Fernando Rubio, con el aval de la calidad de que presume con orgullo Ibermaq. «El saber hacer de nuestro equipo nos permite responder a las necesidades más específicas de nuestros clientes, ofreciéndoles máquinas a medida», añade.

La compañía facturará este año en torno a 7,5 millones de euros, y a la buena marcha del negocio ha contribuido el crecimiento de la industria de la automoción. «Ha sido un año bueno porque afortunadamente ha habido bastante trabajo dentro de la automoción, con los nuevos proyectos de Renault o PSA (Peugeot Citroën). Aparte de otros sectores en los que hemos empezado a introducirnos», agrega Diego Gómez.

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Ibermaq cuenta ya con 88 empleados (empezaron siete en 2009 y contaba con 54 a principios de año), pero aún así a la compañía le cuesta encontrar determinados perfiles profesionales. De ahí que creara Integrapro, una pequeña escuela de formación de profesionales en automatismo, robótica, ajuste mecánico... «Valoramos la formación y la experiencia, pero valoramos mucho más la responsabilidad, porque la parte técnica se puede aprender», afirma Javier Varela, para quien lo más gratificante es poder compartir un proyecto empresarial con toda la plantilla.

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