Las sanciones de tráfico repuntan en Palencia el 45% pese a las restricciones de movilidad

Pero nada de esto sirvió para reducir el número de infracciones de tráfico que se cometieron en la ciudad de Palencia el pasado año. Puede parecer una paradoja, si se tiene en cuenta que se incluye un amplio periodo de tiempo con un volumen de tráfico en las calles mucho más reducido de lo habitual. Y aunque se supone que durante ese confinamiento no debería haber habido casi coches a los que poner multas, las sanciones no pararon de tramitarse. Eso es lo que ocurrió en la capital palentina el pasado año, cuando los agentes municipales interpusieron alrededor del 45% más de sanciones vinculadas al uso del vehículo que dependen administrativamente del Ayuntamiento de Palencia.

Pero no fueron las únicas que crecieron en este ámbito, subieron también en torno al 42% las que se remiten a la Dirección General de Tráfico, así como las que hacen referencia al servicio de la ORA, o las relativas al exceso de velocidad detectado por los radares.

Son diversas las circunstancias que explican este hecho paradójico de que aumenten las sanciones con menor volumen del tráfico, pero en buena medida corresponden al propio comportamiento de los conductores, tanto de aquellos que durante los meses de encierro domiciliario tenían una justificación para utilizar el vehículo, como quienes volvieron al asfalto después de casi tres meses sin tocar el coche y que, según explican desde la Policía Local, parecían haber olvidado gran parte de las normas habituales de circulación.

A este problema hay que sumar que también el pasado año la plantilla de la Policía Local de Palencia recuperó una gran parte de sus efectivos, tras haber quedado sensiblemente mermada en el año 2019, cuando se aprobó el decreto de la jubilación anticipada de los policías locales. Con esta medida y con las jubilaciones y bajas que vinieron también en los primeros meses de 2020, el número de agentes en las calles se vio muy reducido, y también las infracciones registradas, que ya venían cayendo en picado desde 2018 y que se vieron hace dos años realmente hundidas. Así, de las más de 20.100 denuncias de tráfico impuestas en 2016 o las casi 20.000 de 2017, se bajó al año siguiente a 15.735 y hasta poco más de 14.000 en el año 2019.

Pero la conjunción formada por el aumento de infracciones cometidas por los conductores palentinos durante el pasado año, junto con la incorporación de nuevos agentes, 42 en total, recuperándose prácticamente los índices de plantilla de años anteriores, permitieron que el nivel de denuncias de tráfico volviese en 2020 a superar las cifras del año 2016, alcanzándose las 20.463, solo en el ámbito de aquellas cuya tramitación depende del propio Ayuntamiento. De estas, los agentes pudieron identificar a los infractores en 6.429 casos, que se corresponden con el 30% de las registradas.

«Es evidente que las infracciones detectadas han aumentado por la incorporación de 42 policías nuevos a partir de junio, lo que supone un 35% más de agentes en la calle. Eso se nota. Es una diferencia tan grande de un año para otro en cuanto al número de efectivos que realmente no pueden hacerse comparativas, porque no puede medirse con los mismos parámetros», explica el inspector Juan Manuel González Becerra, jefe de la Policía Local de Palencia.

En cuanto a las infracciones cuya sanción corresponde a la Dirección General de Tráfico, se llegó a las 1.536, frente a las 1.109 del año anterior (en 2018 fueron solo 832). En este apartado entran las sanciones relativas a la ITV, el permiso de conducción, el seguro obligatorio, los defectos de matriculación, problemas con los neumáticos, bajas de vehículos, reformas, transporte de mercancías o la inexistencia de extintores en el caso de que resulten obligatorios por el tipo de vehículo. De las 1.536, la mayor parte (994) sanciones fueron tramitadas por incumplimientos con la Inspección Técnica de Vehículos (ITV).

Y del mismo modo que crecieron las denuncias por aparcamiento indebido, uso del teléfono móvil, saltarse un semáforo o no llevar el cinturón de seguridad, también aumentaron de forma sustancial las denuncias redactadas por exceso de velocidad detectadas a través de los radares o cinemómetros con los que cuenta la Policía de Palencia.

El pasado año, el único radar móvil del que se dispone recogió 4.866 infracciones. Se trata de una cantidad muy superior a la de los dos años anteriores, puesto que este equipo estuvo averiado la mayor parte del tiempo de esos dos años precedentes, con lo que el número de sanciones que recogió en 2018 y 2019 es muy limitado (fueron 475 y 213, respectivamente). «Hace dos años el radar móvil apenas funcionó. Estuvo casi todo el tiempo averiado, por eso hay tanta diferencia. Además, como teníamos más gente en la calle, se pudieron programar muchos más controles de velocidad», recalca el jefe de la Policía Local.

Pero el año pasado este dispositivo funcionó a pleno rendimiento durante todo el tiempo, a excepción de febrero, mes en el que no estuvo operativo. Así, la Policía Local llegó a detectar con este radar móvil, que puede instalarse tanto en vehículos camuflados (se cuenta con dos turismos) como en trípodes, 4.866 infracciones por exceso de velocidad, con especial incidencia en el mes de junio, nada más acabar el confinamiento domiciliario. Se llegaron a cursar 1.063 denuncias, en un mes que no fue tampoco en el que mayor número de controles llegaron a establecerse.

El segundo mes con mayor número de sanciones correspondientes al radar móvil fue noviembre, con 722, pero también con un número de horas de uso muy superior, y el tercero fue mayo, todavía en las primeras fases de la desescalada, con importantes restricciones a la movilidad, pero con 657 propuestas de multas por exceso de velocidad en las calles palentinas.

«Junio fue un mes de locura. La gente salió del confinamiento un poco disparada, en todos los sentidos y sobre todo con el coche. Hubo días que en la avenida de Madrid se detectó a montones de conductores que circulaban a más de 100 kilómetros por hora en una vía urbana, que está limitada a 50 y en la que es de sobre conocido que, además de haber un radar fijo, la Policía Local coloca también el móvil», explica la concejala de Tráfico y Seguridad, Carolina Gómez, quien recuerda también que durante las semanas de confinamiento estricto, en la primera ola, los agentes palentinos detectaron que quienes conducían por la ciudad, al encontrarse prácticamente solos en la vía pública, aprovechaban para correr en exceso.

«Daba la sensación de que como no había nadie en la calle podías hacer lo que te daba la gana, pero no es así. Las normas de tráfico seguían vigentes durante el estado de alarma y había que cumplirlas, y la Policía Local estaba ahí, en la calle, haciendo su trabajo como siempre. Por eso hay tantas denuncias en mayo o incluso en abril», explica la concejala. El jefe de la Policía Local corrobora que «los conductores, al no percibir la presencia policial, se relajaron mucho en el cumplimiento de las normas de velocidad», señala González Becerra.

En cuanto a los radares fijos, han registrado 1.251 infracciones y los llamados foto-rojo, cámaras que detectan cuando un vehículo se salta el semáforo en rojo, han denunciado en 4.760 ocasiones. La ciudad cuenta con dos de estos sistemas de control semafórico, uno situado en el Puente Mayor y otro en la avenida de Brasilia, a la altura del parque comercial Arambol.

En cuanto a los radares fijos, se dispone de cuatro cabinas, en las que se pueden colocar los tres cinemómetros con los que se cuenta en estos momentos, que van alternando de un punto a otro en función de las necesidades. Estas cajas se encuentran ubicadas en la avenida de Cataluña, la avenida de Madrid, la calle Jardines y el Paseo de la Julia.

Lo habitual es que tanto en la avenida de Cataluña como en la avenida de Madrid los dispositivos estén colocados de forma permanente, mientras que el otro aparato es el que rota de forma habitual entre la calle Jardines y el Paseo de la Julia, así como para los servicios de radar móvil, tanto en el interior de un vehículo camuflado como en un trípode.

De hecho, se da la circunstancia de que en avenidas como la de Madrid, una de las que más excesos de velocidad se registran, además de funcionar el radar fijo situado en las proximidades de la Fábrica de Armas, es habitual que se coloquen controles con trípode. «Ahora mismo, a diario, tenemos tres radares funcionando en Palencia. Si lo comparamos con otras ciudades, estamos muy bien dotados. Son uno móvil y dos fijos y es una dotación suficiente. Pero bueno, si se decidiese poner otro radar con un par de cabinas más, eso siempre sería bueno. Está demostrado que el exceso de velocidad es una de las principales causas de accidentes con heridos y fallecidos. Pero no vamos a quejarnos, porque estamos de la media para arriba», explica el inspector González Becerra.