Personal sanitario de la UCI del Clínico de Valladolid atienden a una paciente. Sandra Santos
Coronavirus en Castilla y León

Quince claves para rebajar la presión en las UCI ante la amenaza de la cuarta ola

Las vacunas, con las residencias al 100%, empiezan a mostrar indicios de su capacidad para aliviar la carga hospitalaria

Antonio G. Encinas

Léón | Valladolid

Lunes, 1 de marzo 2021, 08:39

Mientras la incidencia baja con rapidez, «igual que subió», en palabras del presidente de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco, y de la consejera de Sanidad, Verónica Casado, y los ingresos en planta se reducen, la clave de la próxima desescalada está en las UCI. ... La experiencia de la tercera ola, que cogió al sistema hospitalario con 130 ingresados en unidades de críticos, llevaba hace unos días a la Junta a desterrar la posibilidad de abrir la mano en Semana Santa (28 de marzo a 4 de abril) mientras las UCI no se vacíen. Un criterio que se va flexibilizando, sin embargo, a medida que se acercan las fechas.

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El doctor Jesús Blanco Varela, coordinador de las UCI de Castilla y León, aporta algunas de las claves necesarias para rebajar esa carga que amenaza en cada ola con colapsar el sistema sanitario, la gran amenaza, mortalidad aparte, de este virus respiratorio.

Rebajar los contagios

El crecimiento de la curva de contagios lleva aparejada, con un decalaje de en torno a una semana, un incremento de las hospitalizaciones. Unos días más tarde empieza a llegar la oleada a las unidades de críticos. Cuando despuntó la tercera ola, la curva de ingresados en UCI aún estaba bajando. Una semana más tarde, mientras la incidencia se desbocaba, las camas de críticos ocupadas llegaban a su cifra valle: 130. A partir de ahí comenzó de nuevo la subida, como recuerda Jesús Blanco Varela. «El incremento de enfermos en UCI se vio con una semana de retraso, aproximadamente, o diez días, pero con la misma pendiente prácticamente que la hospitalización o la incidencia, pero desciende mucho más lentamente. Porque los enfermos que están en planta son dados de alta más rápido y aquí no. Así que bajará mucho más lentamente», señala. La media de estancia en una UCI es de tres semanas de estancia. Eso hace que el cálculo de la consejera, el pasado día 16, estimaba que a Semana Santa se llegará con en torno a 160 personas aún en unidades de críticos. Blanco Varela cree factible esa cifra de «alrededor de 160-170». «Habrá días que bajemos más y días que bajemos menos. Tenemos una cifra aún muy alta. Es difícil de predecir. Las cosas deberían continuar como hasta ahora porque las restricciones en cierta medida se mantienen y esperando que la gente se comporte de manera adecuada no debería haber ningún brote grande», indica.

En la última semana, sin embargo, se ha mantenido ese acelerón esperanzador. Las UCI se están vaciando de covid a un ritmo de 50 camas semanales. Eso ha llevado a Verónica Casado a ser algo más optimista respecto a poder aliviar restricciones si se desocupaban 104 camas más desde las 234 que había el martes. Eso, sin embargo, dejaría de nuevo al sistema hospitalario con 130 ocupadas, como al principio de la subida de la tercera ola, pero con la variante británica en el origen del 40% de los contagios.

Vacunación a los vulnerables

La mortalidad de la covid-19 por grupos de edad deja poco espacio a las dudas. El 77% de las más de diez mil que la Consejería de Sanidad achaca a la pandemia son mayores de 80 años. Entre los 70 y los 79 se ha registrado el 14% de los fallecimientos. Algo menos de un 6% de las víctimas mortales estaban entre los 60 y los 69. Y por debajo de esa edad la mortalidad disminuye drásticamente, lo que no es óbice para que las secuelas que deja el Sars-Cov-2 puedan provocar patologías persistentes. En Israel, donde la vacunación de los mayores de 80 años se ha completado hace tiempo y se ha avanzado notablemente en la inmunización de los mayores de 60, los casos graves y muy graves han descendido de manera notable. Jesús Blanco Varela explica que, aunque los datos aún están en fase inicial, sí se empieza a notar la reducción tras completarse la vacunación en residencias en Castilla y León.

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Objetivo: 25% de ocupación

En estos momentos es clave mantener la rebaja de la incidencia para que dé tiempo a desocupar las unidades de críticos. Llegar a un 'cero' covid en UCI es, hoy por hoy, una utopía, confirma el doctor Blanco. Sin embargo, los niveles de alerta definidos por el Gobierno sí fijan algunos límites que pueden servir como objetivo a priori. «El cero es una utopía mientras no haya una vacunación masiva que aún no se está produciendo. Otra cosa es adónde hay que llegar: Lo más abajo posible. No deberíamos subir del 25% de camas de UCI ocupadas por covid». La Consejería de Sanidad considera que tiene «331 camas iniciales de críticos». Ya son, de hecho, el doble de las que existían en Castilla y León en tiempos prepandémicos, hace algo más de once meses (166). El 25% de esas camas iniciales son 82. Ahora mismo el porcentaje de ocupación de UCI por covid está en el 65%, y es muy dispar en función de las provincias. Y ojo, porque ese 25% al que se refiere el doctor Blanco es un límite insoslayable para poder contar con algunos alivios, pero supondría que aún es nivel de riesgo 4, el más alto. El nivel 3 habla de entre el 15-25% de «ocupación de camas de cuidados críticos por casos de covid-19». El nivel 2, del 10% al 15%. La 'nueva normalidad' se sitúa por debajo del 5%: 17 casos en UCI.

Recuperar a los profesionales

Son once meses de pandemia y tres olas devastadoras. La cuarta ola es una amenaza cierta salvo que se avance con rapidez en la vacunación y se consiga mantener baja la incidencia. «Depende de muchos factores. Del comportamiento social, individual, de las medidas que se pongan en marcha, de las pruebas diagnósticas, que somos la comunidad autónoma que más hace, y de otras circunstancias, como las variantes, cuya incidencia aún no está bien definida. Hay muchos factores que pueden influir. En cualquier caso, no podemos bajar la guardia. Ni ahora ni cuando estemos vacunados», señala Blanco Varela. La bajada de casos puede permitir recuperar un poco a los profesionales, zarandeados hasta el límite y con consecuencias físicas y mentales. Hace un año el sistema sanitario y sus recursos humanos estaban dimensionados, en Castilla y León, para atender a 166 camas UCI. Ahora son el doble y durante la tercera ola se han alcanzado 328 camas ocupadas por covid.

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Lento avance de tratamientos

No hay un antivírico eficaz. Lo que sí hay es más conocimiento sobre la enfermedad y, derivado de esto, una experiencia que dicta lo que no es eficaz. «Ahora sabemos mucho más de lo que no hay que hacer. Esto es importante, porque los medicamentos pueden curar, pero también tienen efectos secundarios y es importante no usar nada que no sea eficaz. Ha habido pequeños avances, sobre todo con los corticoides, esteroides y algún que otro antiinflamatorio, pero salvo eso no hay un tratamiento eficaz, un antivírico eficaz. Ya no se emplea ningún antivírico, como al principio. Sería una excelente solución, pero por desgracia no ha aparecido. Los avances van muy lentos en cuanto al tratamiento», advierte Jesús Blanco.

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