El presidente del CEL defiende un desarrollo industrial y económico más armónico en todas las provincias de la comunidad

La jornada ha sido inaugurada por el consejero de Economía y Hacienda, Carlos Fernández Carriedo, quien ha lamentado que el Gobierno de España no tenga como prioridades la economía y el empleo, «que sí lo son para la Junta de Castilla y León porque suponen la base para la financiación de los servicios públicos».

El presidente del CEL fue uno de los ponentes, junto al presidente de la Cámara de Comercio de Valladolid, Víctor Caramanzana, del primer panel de expertos, moderado por el director adjunto de Expansión, Iñaki Garay.

Julio Álvarez abordó en su ponencia cuatro aspectos clave para superar los retos económicos de Castilla y León: la competitividad empresarial; la consolidación de la industria como motor de crecimiento; los problemas que dificultan el desarrollo económico de las dos regiones que integran la comunidad y las fórmulas e incentivos para atraer la inversión y el emprendimiento en Castilla y León.

«Las empresas tendremos que reinventarnos para seguir teniendo éxito en el nuevo entorno competitivo y la estrategia es siendo excepcionales y desafiando la homogeneidad del mercado con la diferenciación y la innovación. Puedo diferenciarme a través de la rapidez, la agilidad, las capacidades, la innovación, la sostenibilidad, la diversidad, etc.», -señaló.

El empresario leonés, CEO de Grupo Hosteleón, se refirió también al problema de ordenación y vertebración territorial y a las dos velocidades claramente diferenciadas en el desarrollo de Castilla y León, «uno de nuestros mayores escollos junto a la despoblación y el envejecimiento. Vivimos en la comunidad autónoma más grande de la UE y no se han aplicado políticas para un desarrollo armónico, equilibrado de todas las provincias» – se lamentó.

Otra de las dificultades para la competitividad de CyL es el retraso o la inexistencia de infraestructuras y conexiones viarias y ferroviarias. «Tenemos sobre la mesa el Corredor Atlántico que se nos ha vendido como la gran esperanza del desarrollo de la comunidad, ya que está en juego convertirnos en el eje principal del tráfico de mercancías en España hacia Europa. Para León, por ejemplo, la Plataforma Logística de Torneros es un elemento clave de nuestro desarrollo y nudo logístico vital del futuro Corredor». Álvarez recordó los muchos flecos sueltos y olvidos en materia de infraestructuras en CyL: la A-60 Autovía León-Valladolid; la A-76 Ponferrada-Orense; la variante de Pajares; la integración de FEVE en León; la Autovía del Duero en Valladolid; la A-12 Autovía del Camino de Santiago entre Burgos y Logroño; la A-67 autovía de la Meseta, la llegada del AVE a Burgos…

Al margen de los problemas estructurales de la comunidad, el presidente del CEL fue optimista ante el cambio global de escenario y las oportunidades que se abren en el proceso de digitalización de la economía y la sociedad. «Estamos en la economía de los datos y los empresarios, las administraciones, la sociedad castellana y leonesa en su conjunto debemos aprovechar este momento para meternos de lleno en los procesos de transformación digital que tendrá un impacto tremendo. Da igual el sector o la responsabilidad que tengamos, conceptos y realidades como el 5G, la Inteligencia Artificial, la Economía de los Datos, el Big Data, la Industria 4.0, el Blockchain, la Economía Verde… marcarán la agenda empresarial, política y ciudadana», -aventuró.

Álvarez invitó al gobierno de CyL a poner en marcha, junto con los agentes empresariales y sociales, una hoja de ruta con el foco puesto en los nichos de desarrollo y empleo que tiene esta comunidad para las próximas décadas como son el sector agrícola y ganadero, la automoción, la industria agroalimentaria; la logística, la biotecnología, el turismo y las TICs, además de implementar otras fórmulas para atraer emprendimiento como un Plan de retorno del talento emigrado.

Como conclusión, el presidente del CEL animó a todos los agentes implicados en la salud económica de la comunidad a ser capaces de atraer a Castilla y León más emprendimiento e inversión empresarial, «lo que pasa por trabajar mejor en formación, (tanto profesional como universitaria) e innovación, sin perder de vista las infraestructuras, la internacionalización y disponer de un sistema fiscal competitivo».